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Estudian controlar el temblor del párkinson con electrodos en los músculos

El Hospital Gregorio Marañón será el único centro hospitalario que incluya pacientes en la primera fase del proyecto

Francisco Grandas, director de la Unidad del Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Gregorio Marañón.

16 ene 2020. 11.50H
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Investigadores del Servicio de Neurología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid participan en un nuevo proyecto internacional que está desarrollando un prototipo de electrodos de detección y estimulación para ser implantados en los músculos de los pacientes para reducir el temblor provocado por enfermedades que causan trastornos del movimiento.

En este estudio de investigación, denominado 'Extend' y que está financiado por la Unión Europea, el Gregorio Marañón es el único hospital que aportará los pacientes en su primera fase. Sin embargo, en este proyecto internacional también colaboran en los desarrollos técnicos y de bioingeniería entidades españolas como el Instituto Cajal-CSIC y la Universidad Pompeu y Fabra, el Imperial College de Londres en Inglaterra, y las empresas de biotecnología Fraunhofer, de Alemania, y Ossur, de Islandia.

La Unidad del Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Marañón, dirigida por Francisco Grandas, ya ha comenzado la inclusión de pacientes en este proyecto para la implantación de electrodos intramusculares en aquellos con temblor esencial y a los que, en breve, se sumarán pacientes con enfermedad de Parkinson. La finalidad de este innovador abordaje es reducir la amplitud del temblor a través de mecanismos inhibitorios espinales.


Trastorno del movimiento más frecuente


El temblor esencial es el trastorno del movimiento más frecuente hoy en día ya que afecta al 0,5 por ciento de la población general, además, su prevalencia aumenta hasta entre el 5 y el 14 por ciento en personas mayores de 65 años.

Aunque esta patología puede ser muy incapacitante, alrededor del 60 por ciento de los pacientes puede mejorar con fármacos. Para el resto de enfermos la alternativa es el tratamiento neuroquirúrgico, basado normalmente en la estimulación cerebral profunda o talamotomias.

El desarrollo de un nuevo tratamiento para el temblor basado en implantes intramusculares de electrodos “inteligentes”, capaces de detectar la actividad muscular y generar impulsos eléctricos para modular los mecanismos inhibitorios de la medula espinal, supondría un importante avance en el tratamiento de esta patología, aplicable probablemente a otros tipos de temblor como el parkinsoniano o rúbrico.


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