El
estrés y los
trastornos neuróticos son factores influyentes en el desarrollo de la
enfermedad de Alzheimer, según ha afirmado en una entrevista con
Efe el director del Centro de Investigación de Neuropsicobiología de la Cognición,
César Venero.
Una persona con
neurosis tiene
entre un 30 y un 40 por ciento más de probabilidad de desarrollar alzhéimer, mientras que el estrés es también un "factor importante" en el desarrollo de esta enfermedad según apuntan distintos estudios.
Venero, que participa en Mérida en un curso sobre prevención de la enfermedad de Alzheimer organizado por la UNED, ha explicado que el estrés favorece la
neuropatología asociada a esta dolencia, es decir "la producción de la
proteína beta-amiloide y los
ovillos neurofibrilares".
Asimismo, puede favorecer la
aparición de otras enfermedades, demencias o consecuencias, como los
accidentes cerebrovasculares, ya que
aumenta la presión arterial, un "factor de riesgo" para este tipo de patologías.
Los factores sociales, principales estresores
Venero ha explicado que la activación neurológica que produce el estrés era buena "para preparar al individuo para la lucha o la huida", pero esto "ya no tiene sentido", pues "los estresores principales del ser humano en la actualidad son
factores sociales".
Así, ha apuntado que el mayor de todos estos estresores es la
pérdida de la pareja o de un ser muy querido. En segundo lugar podría estar un divorcio, una enfermedad o la pérdida de un trabajo.
Una persona con neurosis tiene entre un 30 y un 40% más de probabilidad de desarrollar alzhéimer
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Sin embargo, ha subrayado que no todo el mundo es igual de vulnerable a estas situaciones, puesto que hay
gente más resiliente al estrés y, por tanto, "tienen una menor probabilidad de desarrollar distintas enfermedades". También es muy significativa la manera de afrontar ese estrés, porque una persona, "ante una situación estresante, puede tomar distintas actitudes".
El
uso de las redes sociales y la
necesidad de estar continuamente en contacto a través de
aparatos tecnológicos también pueden ser una fuente de estrés que puede terminar desembocando "en
adicciones y transtornos".
Aprender estrategias para reducir su impacto
En su opinión, "todo el mundo, inevitablemente, va a sufrir una situación de estrés a lo largo de su vida, porque es
imposible de evitar". La clave para afrontarlo no está en negar su impacto, sino en entender la naturaleza del mismo, aprender de la experiencia y salir de ella reforzado.
Para ello, es necesario
aprender estrategias para afrontar el estrés y que este tenga un
impacto negativo menor; potenciar las partes de la personalidad que permiten manejarlo mejor y aprender a relajarse cuando es necesario. En este sentido, ha aseverado que las denominadas "
terapias integradas", en las que intervienen
fármacos y psicología, son "las
más efectivas".
A este respecto, ha remarcado que no se deben tomar fármacos 'motu proprio', pues pueden ser muy peligrosos. Un profesional de la Medicina es el único que sabe "cuál es la dosis que debe tomar la persona para marcar los tiempos y eliminar el tratamiento de manera progresiva". "El fármaco no soluciona el problema, sino que ayuda a manejar la respuesta fisiológica", ha agregado.
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