Últimamente, en la comunidad médica resuena con fuerza la posibilidad de que el gluten esté detrás de trastornos neurológicos como las migrañas, el párkinson o la depresión. El vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Pablo Irimia, explica a Redacción Médica que, en realidad, "solo hay dos enfermedades neurológicas donde se ha demostrado científicamente que el gluten es el verdadero responsable, porque su consumo genera unos anticuerpos que afectan al sistema nervioso. Por un lado, la ataxia por gluten, en la que afecta al cerebelo, la zona que controla el equilibrio, y por otro, la neuropatía por gluten, ya que su ingesta perjudica a los nervios que controlan la sensibilidad y la fuerza de las extremidades, produciendo debilidad. En ambos casos, las dietas restrictivas en gluten son eficaces para superarlos".
Así, aunque se ha sugerido que hay algunas enfermedades que pueden tener cierta relación con la celiaquía, el especialista recalca que "la ciencia ha demostrado que existen alteraciones, pero no se ha evidenciado que estén asociadas al gluten. Por ejemplo, se ha estudiado con imágenes a pacientes con migraña y se ha visto que hay zonas del cerebro que funcionan de forma anormal y son la causa de que se produzcan crisis repetidas de dolor de cabeza, pero están localizadas fundamentalmente en regiones tronco cerebrales y de la corteza cerebral".
Por ello, "parece poco probable que pueda haber un trastorno asociado a una enfermedad celiaca que provoque esas alteraciones que se ven en la resonancia magnética. Aunque se atribuya cierto papel a algunas enfermedades, no creo que tengan ninguna relación con la celiaquía". De hecho, "en el propio caso de la migraña, durante años se ha propuesto hacer dietas muy restrictivas para evitar los dolores de cabeza y en la mayoría de las veces no han tenido resultados positivos".
Sin relación causa-efecto
Por último, Pablo Irima recuerda que "actualmente existen técnicas que permiten detectar con facilidad si las personas tienen estos anticuerpos circulantes frente al gluten. El hecho de poder detectarlas no implica una relación causal entre la enfermedad y la celiaquía. En el caso nuevamente de la migraña, por ejemplo, no tienen esos anticuerpos y sí tienen la enfermedad, es decir, tratar de buscar una relación causal parece una hipótesis sin fundamento".
"Sí que es posible que algunas enfermedades médicas puedan empeorar en el contexto de una enfermedad celiaca. Así, en una persona con una determinada patología y que simultáneamente tenga una enfermedad celiaca, puede que llevar a cabo una dieta sin gluten le ayude a mejorar en síntomas de otras enfermedades que padezca. Pero insisto, eso no significa que tenga una causa-efecto", concluye el neurólogo.
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