La estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) de áreas del cerebro que están involucradas en la fabricación de recuerdos, no mejora el rendimiento de la memoria, según ha mostrado un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia y publicado en Neuron.
La investigación se ha inspirado en un estudio de 2012, publicado en The New England Journal of Medicine, que mostró una mejoría del 64 por ciento en el rendimiento de la memoria de los recuerdos formados mientras los sujetos recibían estimulación cerebral.
Aunque los hallazgos fueron alentadores, eran contrarios a otras pruebas científicas, como la actual, que sugieren que el tipo de estimulación utilizada en el estudio inhibiría las neuronas y potencialmente afectaría la memoria.
En ambos estudios se presentaron a los participantes tareas de memoria como, por ejemplo, recordar la ubicación de un objeto en un espacio virtual 3D o recordar palabras de una lista, si bien en el de la Universidad de Columbia se analizó a 49 personas y en el anterior a siete.
Nuevas perspectivas terapéuticas
En este sentido, en el trabajo actual los científicos no detectaron ninguna mejora significativa en los participantes e, incluso, observaron una reducción de la capacidad de memoria en aquellos que habían sido sometidos a una estimulación cerebral.
No obstante, y aunque el estudio no mejoró la memoria, sí mostró que es posible alterar un proceso neural tan complejo como el que la regula usando la estimulación eléctrica. Por lo tanto, Jacobs y sus colegas están trabajando actualmente para diseñar intervenciones más complejas que respondan a la actividad cerebral en tiempo real e impulsen la memoria en la dirección positiva.
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