Los
leones que custodian el
Congreso de los Diputados han sido los primeros en percatarse que la neurociencia ha irrumpido dentro del hemiciclo por la puerta grande en esta presente legislatura. La confección de la
Oficina C ha servido para que los diferentes diputados y el propio
Gobierno de España estén actualizados sobre los últimos avances ligados a esta materia para evitar que el país se quede a la cola de Europa. Recientemente se ha publicado el 'Informe C', en que se destaca la necesidad de tener estrategias eficaces para solucionar todo tipo de
problemas neurológicos. El camino defendido por los expertos no es otro que buscar fórmulas para leer la
actividad cerebral y poder modularla.
Una de las especialistas que ha formado parte de la comisión para elaborar el ‘Informe C:
Avances en neurociencia: aplicaciones e implicaciones éticas’ es
Mavi Sánchez-Vives, líder del grupo de investigación Neurociencias de sistemas del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (
Idibaps). La especialista recalca en
Redacción Médica que la finalidad del documento generado es “hacer un procesamiento muy actualizado de la información en el mundo de las neurociencias, con el objetivo de
trasmitir esa información a los diputados”.
Uno de los propósitos que la investigadora aspira a conseguir con este trabajo es que en España “se cree un
puente entre la ciencia y los representantes políticos para que la información en neurociencia esté actualizada y sea usada”. Para Sánchez-Vives, la ciencia evoluciona y con la investigación “los representantes del Congreso entenderán mejor cómo funciona y podrán comprender hacia
qué legislación se debe avanzar”.
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"El informe C permitirá a los políticos entender cómo funciona la neurociencia y comprender hacia qué legislación se debe avanzar"
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El principal logro que el grupo de expertos en neurociencias quiere conseguir es, según la especialista, “la necesidad de tener estrategias eficaces para solucionar todo tipo de
problemas neurológicos. Este problema va en aumento debido al envejecimiento de la población”. Para Sánchez-Vives, hoy en día existe “una gran necesidad de entender mejor el cerebro y cómo solucionar este tipo de patologías. Europa se encuentra en su momento ideal debido a que existe una gran expansión de todas las técnicas que pueden tener esta
acción en el cerebro”.
España, ante el reto de marcar tendencia en neurotecnología
Para la investigadora, las neurotecnologías que España debe empezar a consolidar van desde “técnicas ligadas a la
imagen electrónica,
nanotecnología hasta la
inteligencia artificial. Todo ello confluye en una actividad que es poder
leer la actividad cerebral y modularla, siempre con ánimo de reparar o de reemplazar la actividad dañada o deteriorada”. En caso de que España logre ponerse a la vanguardia en todas estas tecnologías, la especialista está convencida de que “se entenderá mejor cómo funciona el cerebro y cómo poder reparar las alteraciones de la función cerebral”.
España y Europa deben impulsar una legislación que tenga en cuenta “una serie de
implicaciones éticas que van de la mano con las leyes”. No obstante, Sánchez-Vives rebaja la
incertidumbre y concisa que “no se debe generar ningún pánico, nadie tiene el derecho de interaccionar con nuestro cerebro sin nuestro consentimiento”.
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"Nadie tiene el derecho de interaccionar con nuestro cerebro sin nuestro consentimiento"
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El informe C para la investigadora es la llave maestra a la hora de que “los políticos y la sociedad estén al día del estado actual de la neurociencia, conociendo qué tipo de tecnologías son las que deben utilizar en un
ámbito médico y clínico”. La especialista tiene la esperanza de que todos los grupos parlamentarios impulsen la neurociencia a lo largo de la legislatura, recordando que “las patologías cerebrales tienen un
gran impacto personal, familiar y social, por lo que se conoce lo devastador que llega a ser. Los políticos, que son ciudadanos y sus representantes, tienen esta preocupación social y deben tener este interés”.
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