Pese a generar mucho
escepticismo y
dudas por parte de la comunidad científica,
Elon Musk ha anunciado a través de la
red social X que su
compañía Neuralink ha insertado el
primer chip cerebral en una persona. La falta de información acerca de cómo se está desarrollando este ensayo no pasa desapercibida por la Sociedad Española de Neurología (
SEN), que advierte de que el multimillonario “está
coqueteando peligrosamente con los
neuro derechos de identidad personal y privacidad mental”, además de que pretender que con este modelo se curen todo tipo de enfermedades que afectan al cerebro es “
ciencia ficción”.
El interfaz generado por Musk se trata de un
neuro computador orientado, en palabras de
David Ezpeleta, secretario de la SEN, “a recoger
señales cerebrales, procesarlas y después realizar una acción. Se supone que si
un paciente tiene un ictus y se le implanta esta tecnología, cuando la persona quiera mover
una extremidad paralizada, a través de un
exoesqueleto se ejecutará alguna acción”.
El neurólogo recuerda que no se dispone de información suficiente para poder extraer más conclusiones, ya que “si se buscan
estudios al respecto de este sujeto con el primer chip, no hay nada. Anunciar un avance de este tipo por X es una
forma muy irresponsable de comunicación”. El especialista reconoce no haber hallado ni rastro de información de los ensayos que se estuvieron realizando previamente con
monos, debido a que “la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (
FDA) ha manejado los estudios de manera interna, guardando el
secreto de los resultados”. Para el especialista, esta situación choca con que después se lancen noticias a miles de seguidores “y la gente se alarma o se genera una expectativa que está muy lejos de ser una realidad”.
"Anunciar un avance de este tipo por X es una forma muy irresponsable de comunicación"
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Otro aspecto en el que el neurólogo hace hincapié es que la investigación debe analizar, antes que la efectividad del chip, “la
seguridad del dispositivo. En la fase de colocación del chip se debe analizar cómo se tolera, si es seguro, si
no produce daño cerebral, si no se infecta, si no se mueve y si, evidentemente, no empeora la enfermedad que se quiere tratar. Ahora la investigación se encuentra en este momento”.
Neuralink inicia un flirteo peligroso con los neuroderechos
El especialista considera a Musk una persona “muy influyente y que acabará consiguiendo que este proyecto siga avanzando en el futuro”. Pese a ello, también es consciente de que propietario de
Neuralink “está desalineado con las necesidades que tienen los humanos. El hecho de meter cosas en la cabeza y analizar información es un
coqueteo peligroso con los neuroderechos de identidad personal y privacidad mental”.
"Musk está desalineado con las necesidades que tienen los humanos"
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El proyecto de Neuralink aspira a poder
trasladar información desde el exterior hacia el cerebro, situación que es analizada por Ezpeleta: “Se pueden devolver respuestas al cerebro en forma de
estímulo eléctrico, provocando que el paciente
active una señal en el cerebro para ejecutar una acción concreta”. Este hallazgo supondría un gran logro para el tratamiento de las enfermedades neurológicas, pero el especialista afirma que este chip “
no puede tratar el ictus,
ELA, el
párkinson o el
alzhéimer. Cada enfermedad tiene una fisiopatología y un área cerebral absolutamente diferente al resto de enfermedades. Debido a ello, el especialista considera que “no es de recibo decir que con este chip se pueden arreglar todos los
problemas neurológicos de la humanidad”.
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