El 57 por ciento de los pacientes que padecen
cefalea en racimos ha recibido un diagnóstico previo erróneo sobre su enfermedad, según ha advertido la Sociedad Española de Neurología (
SEN), que conmemora el
Día Internacional de la patología. La sociedad científica apunta que en España sufren esta enfermedad alrededor de unas
50.000 personas y que se caracteriza por ser uno de los
dolores más intensos que existen.
La
cefalea en racimos tiene unas características muy definidas que la diferencian de otros tipos de
dolor de cabeza. Además de su fuerte intensidad, es un dolor de cabeza unilateral (generalmente
localizado alrededor del ojo y/o la sien), que se inicia y cesa de forma abrupta y que por lo general va acompañado de congestión nasal, enrojecimiento de ojos y/o lagrimeo.
"Se trata de un
dolor de cabeza que la mayoría de los pacientes describen como insoportable e intolerable. Afortunadamente, las crisis de dolor tienen una duración más corta a la de otras cefaleas. Aun así, sin tratamiento, estas crisis de dolor pueden durar hasta 3 horas y además pueden presentarse varias veces al día", ha explicado el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN,
Pablo Irimia.
Pero a pesar de que se trata de un tipo de dolor muy reconocible, la
SEN estima que en España puede existir un
retraso en el diagnostico de hasta tres años, que al menos un 30 por ciento de los pacientes han sido valorados antes por otros especialistas. En este sentido, indican que un 50 por ciento de los pacientes no esté recibiendo el
tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30 por ciento de los pacientes no hayan tenido acceso al oxígeno como tratamiento sintomático, cuando es una de las principales terapias de elección.
Cronicidad de la cefalea en el 20% de los casos
"Un
correcto diagnóstico de esta enfermedad es básico, no solo para permitir que los pacientes puedan acceder a los tratamientos preventivos y sintomáticos disponibles, sino también para evitar que la enfermedad se cronifique. Es verdad que estamos hablando de una enfermedad que no es muy común, pero su identificación (aunque solo sea clínica, ya que no existe aún ninguna prueba específica para diagnosticarla) debería mejorar, tanto por parte de los profesionales médicos como de los propios pacientes", ha asegurado el experto.
Al respecto, ha añadido que esta enfermedad
tiende a cronificarse en el 20 por ciento de los casos, con el inconveniente añadido que un diez por ciento de las formas crónicas son refractarias a los fármacos. La
SEN agrega que la enfermedad adquiere la cronificación cuando las crisis de dolor se presentan durante un año o más sin remisión o con períodos de remisión que duran menos de tres meses.
"El
abordaje óptimo de los pacientes con cefalea en racimos no solo pasa porque los pacientes tengan acceso a tratamientos sintomáticos durante las crisis, sino porque se valorare la necesidad de los
tratamientos preventivos, sobre todo cuando los pacientes tienen más de dos ataques diarios o periodos de remisión cortos. Pero también que se informe correctamente a los pacientes de la importancia de que se abstengan de
consumir alcohol y tabaco y que
eviten las siestas, la exposición intensa a la luz o a las alturas, porque son factores que facilitan la aparición de las crisis", ha explicado Irimia.
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