Los pacientes de
alzhéimer de inicio tardío presentan
anomalías epileptiformes, tal como han descubierto investigadores del
Massachusetts General Hospital en Boston. Este estudio surgió tras descubrir que los pacientes que padecen esta enfermedad de forma
temprana tenían actividad epileptiforme no convulsiva, queriendo comprobar si esto también ocurría en los de inicio tardío.
"El interrogante a despejar consiste en investigar si después de los 65 años de edad aún se observa el mismo
incremento de la hiperexcitabilidad y las mismas descargas epileptiformes no convulsivas", explica a
Medscape Alice D. Lam, instructora en Neurología en el Massachusetts General Hospital. Según datos recientes, la frecuencia de epilepsia está
aumentando entre los adultos de edad avanzada.
El estudio contó con la participación de 19 personas: ocho de
control cognitivamente normales (media de edad: 71 años), siete con
trastorno cognitivo leve de tipo amnésico (media de edad: 74 años), y cuatro con
demencia leve por enfermedad de Alzheimer (media de edad: 74 años). Ninguno de los participantes tenía diagnóstico de epilepsia ni factores de riesgo para este trastorno.
Actividad epiléptica en el 45 por ciento de casos
Los participantes se sometieron a un
electroencefalograma y los registros fueron analizados por un neurofisiólogo clínico certificado para identificar
descargas epileptiformes y otras anomalías. El neurofisiólogo no fue informado sobre el estado cognitivo de los participantes, para no ser influenciado.
El
45 por ciento de los pacientes con trastorno cognitivo leve amnésico y enfermedad de Alzheimer presentó descargas epileptiformes asintomáticas. Esto incluyó a tres de los siete pacientes con trastorno cognitivo leve de tipo amnésico, y a dos de los cuatro con enfermedad de Alzheimer. Ninguno de los participantes del grupo de control manifestó tales descargas.
Tal como señala Lam, "sabemos que algunos pacientes con enfermedad de Alzheimer presentan episodios epilépticos, y
esperábamos ver espigas (puntas de alto voltaje) en estos casos, pero no necesariamente en los pacientes del estudio sin diagnóstico de epilepsia".
Sin embargo, no está claro por qué algunas personas con enfermedad de Alzheimer tienen estas espigas y otras no. "Todavía estamos en la primera etapa,
tratando de descifrar la prevalencia de este trastorno", apunta.
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