Un grupo de investigadores pertenecientes al
Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (Idibaps) ha realizado un estudio en el que se constata la implicación de una
molécula y una
región cerebral específica, permitiendo entender mucho mejor las
alteraciones metabólicas que acaban provocando
deterioros cognitivos.
La reducción del
neuro esteroide pregnenolona en la parte del cerebro conocida como
hipotálamo, provocada por la presencia de una
enfermedad metabólica, ha evidenciado un deterioro de las
capacidades cognitivas, después de verse analizado tanto en
animales como en
personas.
El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista
Cell Metabolism, y ha sido dirigido por
Marc Claret, jefe del grupo Control Neuronal del metabolismo del Idibaps, además de ser profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona. En el estudio también ha participado
Sara Ramírez, investigadora post-doctoral del mismo grupo, junto con otros investigadores del
Clínic-Idibaps y también de la
Universidad de Barcelona, del
Hospital de San Pablo, la
Universidad de Santiago de Compostela y del
Max Planck Institute for Metabolism Research.
Algunas alteraciones metabólicas como pueden ser la
obesidad o la
diabetes pueden llegar a provocar un
notable deterioro cognitivo. Pese a esta información, las actuales
bases moleculares y áreas cerebrales que están implicadas en esta unión siguen sin estar bien estudiadas. Marc Claret explica que "nuestro objetivo era confirmar la
relación existente entre
metabolismo y
cognición, así como examinar si poblaciones de neuronas específicas en áreas relacionadas con el control metabólico, como las
neuronas POMC del hipotálamo, podían estar implicadas". De esta manera, si se lograra definir las moléculas o metabolitos involucradas en este proceso se podrían llegar a generar nuevos tratamientos en un futuro.
La pregnenolona, ligada al deterioro de la memoria de reconocimiento
En el primer tramo del estudio, realizado a partir de un
modelo de ratón, se llegaron a administrar
dietas donde las
grasas y los
azúcares eran los protagonistas, analizando posteriormente el
estado cognitivo y la
memoria. Tras cuatro días de dieta obesogénica, e independientemente de cómo se desarrollase la obesidad, se observó un claro deterioro de la
memoria de reconocimiento.
A partir de aquí, se decidió analizar qué
moléculas estaban implicadas, analizando los metabolitos involucrados en esta relación. Sara Ramírez asegura que "después de las dietas, observamos una
disminución de la pregnenolona, un neuroesteroide sintetizado por el sistema nervioso, específicamente en el hipotálamo. La administración central de este neurosteroide fue capaz de revertir el efecto negativo de la dieta obesogénica sobre la memoria, demostrando un
efecto causal".
Por otra parte, los investigadores crearon un modelo de
ratón modificado genéticamente para bloquear las
síntesis de pregnenolona en un tipo de neuronas ubicadas en el hipotálamo, conocidas como
neuronas POMC. Eliminando la pregnenolona en estas neuronas, se observó un claro deterioro de la memoria de reconocimiento.
El hipotálamo y su papel con el metabolismo
Por lo que respecta a la
segunda parte del estudio realizado, se realizó un experimento a un grupo de
40 pacientes con obesidad. Se analizaron los
niveles de pregnenolona en el líquido cefalorraquídeo de esas personas con obesidad y síndrome metabólico, relacionándolo con su estado cognitivo. Claret apunta que “observamos que había una
correlación negativa entre los niveles de pregnenolona y sus capacidades cognitivas, confirmando, en parte, nuestros resultados en ratones".
Así pues, se llegó a la conclusión de que el
deterioro de la memoria provocado por alteraciones metabólicas, además de las provocadas por una
mala alimentación son generadas, en cierta medida, por los defectos en la
síntesis de pregnenolona en el
hipotálamo.
El estudio llevado a cabo por Idibaps ha logrado un descubrimiento más que revelador desde diferentes puntos de vista, además de un aspecto claramente
evolutivo. Pese a que el hipocampo es la zona del cerebro que se encarga de
gestionar la función memorística, los investigadores piensan que áreas cerebrales ligadas con el control del comportamiento alimentario y el metabolismo, como es el
hipotálamo, pueden tener un papel importante.
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