Cuatro nuevas líneas de investigación plantan cara a la esclerosis múltiple progresiva, la peor forma de la enfermedad, con resultados que invitan al
“optimismo moderado”, lo cual no es poca cosa si se repara en que no se ha dado aún con ninguna molécula con efecto neuroprotector que se revele eficaz.
Dos de las principales autoridades mundiales en la materia, los neurólogos
Alan J. Thompson y Xavier Montalbán, de los hospitales Queen Square de Londres y Vall d’Hebrón de Barcelona, respectivamente, han recalcado que la más prometedora consiste en
un ensayo en fase III con ocrelizumab, “eficaz en formas progresivas primarias en comparación con el grupo placebo”.
“La diferencia obtenida con esta molécula respecto al control es moderada, pero sí que parece haber un efecto positivo, y es
la primera vez que ocurre tal cosa”, ha reconocido Montalbán., quien ha enumerado las otras investigaciones en curso: “Existen trabajos, en fase II y de alcance menor,
con biotina [vitamina H] a cargo de un consorcio francés; asimismo, hay un ensayo en fase III con
siponimod, eficaz en formas secundariamente progresivas, del que todavía ha trascendido poco”.
En cuanto a la tercera dirección en que se investiga, se trata de dos ensayos con
estatinas, en fase II, que han mostrado buenos resultados que hacen pensar en la siguiente fase, han puntualizado ambos especialistas.
Cita en Filadelfia para revisar el diagnóstico
Tanto Thompson como Montalbán acuden, a partir de este jueves, a la
cuarta revisión de criterios diagnósticos de la esclerosis múltiple, que dura dos días y se celebra en Filadelfia (Pensilvania, Estados Unidos).
Conforme han aclarado ambos,
desde la reunión de 2011, que tuvo lugar en Dublín (Irlanda), no se ha vuelto a revisar la literatura científica al respecto, y ahora el papel de Thompson va a centrarse en un aspecto muy concreto: el diagnóstico por imagen de la forma primariamente progresiva de la patología. “No es frecuente y, sin embargo, sucede cada vez más que a un paciente asintomático que acude a hacerse una resonancia magnética por una neuralgia o migraña se le diagnostique in situ esclerosis múltiple progresiva”, ha matizado.
Alan J. Thompson y Xavier Montalbán gesticulan durante sus respectivas intervenciones ante los medios.
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Si no manifiesta síntomas, no se trata, pero
su diagnóstico anticipa su abordaje terapéutico cuando esté indicado. Preguntado al respecto, Montalván ha precisado que, en la práctica, en España se utilizan
recursos de uso compasivo para pacientes con formas
progresivas activas de la enfermedad (es decir, se detecta inflamación, bien por la clínica, bien por prueba de imagen) “utilizando moléculas que, si no son las mismas, son ‘primas hermanas” de las antes mencionadas.
La Fundación Esclerosis Múltiple de Madrid, que ha posibilitado las declaraciones a los medios de
Alan J. Thompson, reconoce al investigador este miércoles con su II Premio.
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