Una investigación realizada por el servicio de
Neurología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en la primera ola de la pandemia del coronavirus, señala que sólo un
2,6 por ciento de los pacientes Covid-19 hospitalizados
presentaron complicaciones neurológicas. Dentro de las afectaciones más frecuentes en el periodo de estudio, se encontraron
complicaciones neuromusculares (33,7 por ciento), seguido de
cerebrovasculares o
ictus (27,3 por ciento),
encefalopatía aguda (19,4 por ciento) y
crisis epilépticas (7,8 por ciento).
Sobre estos hallazgos, Francisco Grandas, jefe del servicio de Neurología del hospital Gregorio Marañón y coordinador del estudio, en conversación con
Redacción Médica, relata el
alcance de las patologías neurológicas asociadas al Covid y el plan de acción de su equipo para atender las consultas de pacientes con afectaciones neurológicas en medio de la
pandemia del coronavirus.
¿Cómo surge el estudio sobre la investigación sobre afectaciones neurológicas en pacientes ingresados por Covid?
Cuando empezó la pandemia vimos que algunos pacientes podían tener complicaciones neurológicas. A partir de ello hicimos un
registro de valoración de estos enfermos durante los tres primeros meses, evaluados por neurólogos y con estándares neurológicos. Es el registro prospectivo de los pacientes que el servicio de neurología del hospital Gregorio Marañón vio cuando se solicitaba una interconsulta, tanto en las salas Covid-19, en aquella época el hospital era casi todo coronavirus, como en las unidades de UCI.
La idea surgió porque contábamos con ciertos
datos preliminares fundamentalmente de China, que la enfermedad por Covid-19 estaba relacionado con posibles enfermedades neurológicas, pues nosotros intentamos clarificarlas en la medida de lo posible, y de esa manera se estableció el registro prospectivo de pacientes que se iban incluyendo en la medida en venían llegando.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones o principales hallazgos de la investigación?
Además de la prevalencia, la principal conclusión que hemos evaluado, no tanto con procesos neurológicos definidos, sino con complicaciones neurológicas, es que detectamos una alta
frecuencia de complicaciones neuromusculares, que incluyen parálisis de nervios periféricos, parálisis de nervios craneales, incluso afectación del plexo braquial, o cuadros como el síndrome Guillain-Barré.
Después, en frecuencia,
lo que más hemos visto ha sido el ictus, fundamentalmente ictus isquémico. Estos pacientes han tenido mayor mortalidad que el resto de los enfermos con complicaciones neurológicas. También hemos detectado cuadros de encefalopatías agudas relacionadas, en su mayoría, con problemas metabólicos generales como hipoxia, hipercapnia, y trastornos metabólicos múltiples. Y por último crisis epilépticas.
"En los estudios sobre el líquido cefalorraquídeo en estos pacientes no hemos encontrado PCR positivas"
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Uno de los hallazgos interesantes fue que en los estudios sobre el líquido cefalorraquídeo en estos pacientes
no hemos encontrado PCR positivas para el virus SARS-CoV-2, lo cual implica que no hemos detectado casos de infección directa en el sistema nervioso central, como por ejemplo meningitis o encefalitis infecciosa. Sin embargo, hay casos aislados de encefalitis con PCR positivas, pero que son realmente raros.
¿Cómo ha sido la evolución de estos pacientes en la segunda o tercera ola? ¿Tienen registro sobre estos casos?
No, el registro lo hicimos en la fase inicial, en la llegada casi brutal de pacientes en la primera ola. No tenemos un registro tan cuidadoso en las olas posteriores, entre otras cosas, porque el
número de pacientes era sustancialmente menor que en la primera. Vimos muchísimos pacientes en un periodo muy corto de tiempo, hubo más de 2.550 personas atendidas, en los tres primeros meses de la primera ola.
Desatenciones neurológicas
Como servicio de atención neurológica, ¿cuál ha sido la estrategia o el plan con las atenciones neurológicas pendientes por causa de la pandemia?
Intentamos en la primera ola compaginar prácticamente todo, intentar cuadrar el círculo. Por un lado, prestar atención a todo lo que se nos demandara, para el
cuidado de pacientes Covid-19, como cualquier otra especialidad médica, pero mantuvimos la estructura del servicio. Mantuvimos las guardias de presencia física de neurología, mantuvimos el código ictus, y la atención al ictus en general ya que nuestra unidad de esta patología estuvo abierta durante todo el tiempo.
Desde el punto de vista de los pacientes ambulatorios,
en la primera fase, hicimos consultas y seguimiento telefónico. Una vez que pasaron estos meses, hemos estado con el servicio de neurología abierto al 100 por ciento para pacientes hospitalizados con problemas neurológicos no Covid. Mantuvimos todas las consultas, tanto en los centros de especialidades, como en las consultas más específicas del hospital, combinando las visitas presenciales sobre todo para las iniciales o pacientes grabes, pero fundamentalmente telefónicas. Ahora funcionamos normalmente, lo hemos venido haciendo al 100 por ciento desde finales de abril.
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