En la LXIX Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que se celebra esta semana en Valencia, se presentará el Cuestionario para Detección de la Enfermedad de Parkinson Avanzada (Cdepa), una herramienta que servirá a los profesionales para detectar y calificar el diagnóstico de enfermedad de Parkinson avanzada (EPA) y, de esta manera, mejorar su diagnóstico y tratamiento.
Más de 240 neurólogos del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la SEN han participado en la elaboración de este cuestionario.
Rosario Luquin, neuróloga de la Clínica Universidad de Navarra en Pamplona ha destacado la enorme utilidad del Cdepa: “Los facultativos podrán identificar fácilmente los síntomas de los pacientes que están en estadios avanzados de la enfermedad de Parkinson, ajustando las recomendaciones a las características de los afectados y reducir de manera significativa ciertos síntomas como el bloqueo o mejorar las discinesias. A su vez, supondrá una mejora de la calidad de vida de los pacientes y de sus cuidadores”.
“Hasta el momento, no existían criterios consistentes y ampliamente aceptados para diagnosticar a un paciente como EPA”, explica Pablo Martínez-Martín, neurólogo e investigador del Área de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Señala que si se confirma la validez del Cdepa, se podrán seguir criterios estipulados y consensuados para detectar los diferentes casos de EPA que permitirán proponer el tratamiento adecuado.
Factores para identificar a un paciente de EPA
Los resultados del Cdepa han concluido que hay tres tipos de factores que ayudan a diagnosticar la EPA. Los factores definitivos, que son aquellos considerados por los profesionales como absolutamente determinantes para diagnosticar EPA: requerimiento de ayuda para las actividades de vida diaria, presencia de fluctuaciones motoras con un 25 por ciento del tiempo de vigilia en “off” durante los cuales existe limitación para realizar actividades básicas, aunque el paciente no requiera de ayuda, disfagia severa, caídas recurrentes y demencia.
También nos encontramos con los factores con gran influencia, aquellos cuya presencia es bastante determinante para identificar el estado avanzado de la enfermedad, aunque no definitiva: limitación para realizar actividades básicas, aunque no requiera ayuda, discapacidad funcional por discinesias durante al menos un 25 por ciento del tiempo “on” o bloqueos de la marcha, entre otros.
Por último, se definieron los factores posibles, que por sí solos no suelen determinar EPA, pero la existencia de más de uno o combinados con alguno de los anteriores podrían determinar también este estadio de la enfermedad: la alteración de reflejos posturales y equilibrio, disautonomía sintomática incluyendo hipotensión ortostática y somnolencia diurna excesiva, apatía moderada o severa, presencia crónica de alucinaciones con insight preservado, síntomas psicóticos y deterioro cognitivo leve.
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