Investigadores del Boston Children's Hospital, Estados Unidos, han observado que dirigirse a un subgrupo específico de
células T auxiliares que causan la
esclerosis múltiple (EM), así como a una proteína que se encuentra en su superficie, llamada
CXCR6, previene y revierte en ratones esta enfermedad.
En concreto, en el trabajo, publicado en la revista
PNAS, el anticuerpo dirigido a CXCR6 evitó y revirtió la EM en un modelo de ratón. Si los hallazgos se confirman en estudios en personas, apuntar a estas células T rebeldes podría
mejorar la enfermedad. Los hallazgos también podrían aplicarse a otras formas de encefalomielitis autoinmune (inflamación del cerebro y la médula espinal), así como a la artritis inflamatoria.
"Hemos demostrado en ratones que puedes atacar estas células y deshacerte de ellas. No sabemos si este enfoque sería apropiado para todos los casos de EM, pero podría ser
efectivo en las etapas inflamatorias tempranas de la enfermedad y para atacar las células recién formadas durante las exacerbaciones de la enfermedad", han dicho los investigadores.
"Este enfoque podría ser efectivo en las etapas inflamatorias tempranas de la enfermedad"
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Se sabe que las células T auxiliares en general conducen la EM, coordinando el ataque contra la vaina protectora de mielina que cubre las fibras nerviosas. Pero hay muchos
tipos diferentes de células T auxiliares. El nuevo estudio se centró en un subconjunto de células derivadas de TH17, todas con el marcador
CXCR6. Estas células proliferan rápidamente y son muy dañinas, produciendo un conjunto de proteínas que dañan directamente las células y otras, incluido el GM-CSF, que estimulan un ataque inflamatorio de otras células inmunes conocidas como macrófagos.
La presencia de la proteína Sb1 es necesaria para los síntomas
El estudio mostró que estas células también producen mayores cantidades de una proteína llamada
serpinB1 (Sb1), y que la presencia de esta proteína es necesaria para los síntomas de la EM. Cuando Sb1 se eliminó genéticamente en células T en el modelo de ratón, sobrevivieron menos células inmunes para infiltrarse en la médula espinal, y la enfermedad mejoró en comparación con los ratones control. El equipo luego demostró que estas células que contienen Sb1 podrían identificarse fácilmente con anticuerpos dirigidos a la proteína de superficie CXCR6.
Para investigar si las células positivas para CXCR6 son relevantes en la enfermedad humana, los expertos trabajaron con médicos en los departamentos de Inmunología y Neurología de Boston Children's, así como con reumatólogos en el Hospital Brigham and Women's, para obtener muestras de líquido sinovial (de las cavidades de las articulaciones) de pacientes con artritis inflamatoria autoinmune. De hecho, encontraron niveles elevados de células CXCR6 + en las articulaciones inflamadas. En contraste, la sangre circulante de los pacientes con artritis no tenía células CXCR6 + elevadas, como tampoco la sangre de pacientes con EM o de controles sanos.
Cuando el equipo usó anticuerpos monoclonales para atacar al CXCR6, las células dañinas desaparecieron en gran medida, y los ratones, que fueron preparados para contraer esclerosis múltiple, no desarrollaron la enfermedad.
"Los tratamientos para agotar las células CXCR6 +
podrían mitigar la esclerosis múltiple y posiblemente otros trastornos autoinmunes, dejando en gran medida intactas otras defensas inmunes de las células T", han zanjado los expertos. La compañía Edelweiss Immune llevará adelante la investigación.
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