La investigación básica ha avanzado muchísimo pero hay que ser prudentes. Ese el mensaje principal que deja
Pascual Sánchez-Juan, vocal del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (
SEN), durante su asistencia al VII Congreso Internacional de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas (
Ciiien), que está teniendo lugar en Santiago de Compostela.
"Comparto el
optimismo con los
avances, sobre todo en conocimiento básico de estas enfermedades, que nos acerca más a progresos en el tratamiento. Pero como médico y reprsentante del Grupo de Demencias de la SEN, tengo que lanzar un
mensaje de cautela: es importante que las familias no se hagan falsas esperanzas, porque estamos en frente de uno de los problemas médicos más complejos que hay. Y, por desgracia, no tenemos un buen historial en cuanto a ensayos clínicos y tratamientos del alzhéimer".
El mensaje positivo que deja es ese: "La investigación básica está avanzando muchísimo. Estamos más cerca", señala a
Redacción Médica. De hecho, Sánchez-Juan señala que agunos fármacos para frenar esta enfermedad están
funcionando muy bien en el laboratorio, con
modelos de ratones. Y este es otro mensaje que se ha ido encontrando en las diferentes reuniones y congresos a los que ha asistido.
"Pero la
vacuna, y en general todos los fármacos, han seguido
una línea que no ha funcionado", asegura. Y añade: "Esto es un
ejemplo de lo
complejo que es esta enfermedad. Pero no es la única línea, desde luego".
Vías alternativas
Si la
línea de investigación prioritaria hasta ahora ha sido alrededor de la
proteína beta-amiloide, ahora las nuevas vías, las que Sánchez nombra como "alternativas", se están centrando en la
TAU.
"Probablemente sea lo que vamos a necesitar, una aproximación compleja a la enfermedad"
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"Pueden surgir
caminos alternativos. Probablemente sea lo que vamos a necesitar, una
aproximación compleja a la enfermedad. No va a ser suficiente con solo un fármaco, sino que vamos a necesitar probablemente
varias medicinas actuando a la vez, como ocurre con el cáncer o el VIH. Son enfermedades difíciles que requieren aproximaciones complejas. Por lo tanto, creo que poco a poco vamos a ir viendo que algunos fármacos van a empezar a funcionar y tendremos que ir ampliando el arsenal", asegura.
Por ello, explica las compañías farmacéuticas están probando este nuevo camino. "La
infamación es un campo que, sobre todo los estudios genéticos, demuetran que tiene un papel muy importante y bueno. Las
farmacéuticas están diversificando opciones ahora mismo. Y cuando vas a congresos de ensayos clínicos y terapias, te das cuenta que hay
más variedad de aproximaciones, lo cual me parece que es muy bueno. Aumentan las probabilidades de que estos fármacos que están en ensayos clínicos, funcionen".
Más esfuerzo de gobiernos y empresas
Sin embargo, toda es investigación, en su opinión, "nunca es bastante". "Estamos delante de uno de los principales retos que tenemos en Medicina. El esfuerzo que se hace depende de cada país, pero desde luego es insuficiente, sobre todo si lo comparas con otras enfermedades que generan menor coste. Desde luego que
la investigación no es proporcional a la amenaza y al
coste que supone esta enfermedad", asegura.
Y concluye: "Hace falta un
esfuerzo muy grande, tanto de los gobiernos como de las empresas. Deben ponerse de acuerdo y focalizar el esfuerzo en avanzar en este campo, que va a ser muy importante para el futuro de nuestras sociedades. Somos una población cada vez más envejecida y las demencias es uno de los problemas principales".
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