Si algo ha demostrado la
pandemia, a ojos de la
Neumología española, es la "utilidad y eficacia" de las
Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIs). La lección parece que ha calado. Cinco años después de que el Gobierno decretara el Estado de Alarma para contener la crisis provocada por el
Covid-19, no solo se han mantenido estos espacios y el incremento en su número de camas, sino que también han germinado en nuevos hospitales. No solo eso. El papel notorio de los neumólogos a la hora de hacer frente a este virus respiratorio también obligaría a los centros a implementar
guardias de Neumología, garantizando su presencia "las 24 horas del día".
"Se ha normalizado la
presencialidad del neumólogo en los hospitales", asevera
Olga Mediano, una de las mayores conocedoras de estos espacios, tras enfrentar la pandemia en uno de ellos y, más tarde, coordinar el año dedicado a los
Cuidados Respiratorios Intermedios de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ). Una presencia que a día de hoy se mantiene, "al menos en los centros con suficiente número de profesionales" y que, según la neumóloga, permite que los pacientes con
insuficiencia respiratoria aguda sean tratados por "el especialista más preparado para ello".
La jefa de
Sección de Sueño y Ventilación del Hospital Universitario de Guadalajara celebra, de igual modo, que se haya popularizado una técnica que "ni se planteaba" antes de la llegada del covid colmo es el soporte respitarorio no invasivo. No solo se le ha dado más "valor" en el SNS sino también a nivel internacional, como demuestra, en sus palabras, el manejo de la neumonía sufrida por el
Papa, tratada con oxigenoterapia de alto flujo y ventilación mecánica no invasiva.
Unidades reconocidas por Separ y no por la Administración
Aunque plena vorágine de la pandemia, Mediano no imaginaba la "magnitud" que llegaría a alcanzar la e
xpansión de estas áreas en los distintos hospitales -teniendo en cuenta que "ni se hablaba de ellas"-, cinco años después, considera que "todavía hay margen de mejora".
Actualmente,
Separ tiene acreditadas hasta 2028 o 2029 -según el plazo de reevaluación -un total de 13 unidades especializadas de alta complejjidad - ocho de ellas con criterio de excelencia-, 9 unidades especializadas y 8 unidades básicas, la mayoría repartidas en hospitales de la Comunidad de Madrid. A la vista de estas cifras, Mediano no cree que haya que poner enfásis en aumentar el
número de UCRIs dentro del SNS, sino más bien en su gestión.
En este punto, señala directamente a todas aquellas UCRIs reconocidas por Separ que "
no están reconocidas por la Administración". La realidad es que, desde 2020, son "pocos" los lugares donde las UCRI están registradas como áreas específicas, al mismo nivel que las "unidades de coronarias o intensivos", explica la especialista. De base, "los sistemas de salud de las autonomías deberían conocer que características debe tener una UCRI y de qué medios y personas deben disponer", detalla.
En la lista de mejoras también figura un
impulso a la formación "constante" de todos los profesionales sanitarios que trabajan en una UCRI. Sobre todo, a la vista de la "avalancha de solicitudes" recibida para cursar el
Máster universitario impulsado por Separ en 2023 y coordinado por la propia Mediano. Lo ideal es ir escalando a niveles superiores de complejidad, tal y como reflejan los cursos previos que se impartirán en junio, como antesala del 58º Congreso Nacional de Separ.
¿Cuánto logran ahorrar los hospitales?
Ya desde el comienzo de la pandemia, la sociedad científica aportaba datos para constatar la utilidad de estas unidades a la hora de absorber a pacientes con problemas respiratorios ni demasiado graves como para ingresar en una
Unidad de Cuidados Intensivos ni suficientemente sencillos como para poder ser atendidos por otros profesionales. Según las cuentas de Sara Heili, impulsora de este modelo en del Sistema Nacional de Salud con la creación de una de las primeras
UCRI en la Fundación Jiménez Díaz, estas áreas habrían evitado casi 1.400 días de estancias en la UCI, "uno de los problemas más caros del hospital, lo que, en térrminos económicos, supondría un ahorro asociado de más de 800 euros al día y casi 500.000 euros al año.
Además, añade Mediano, estas áreas de atención especializada, gracias a una ventilación no invasiva, permiten un
tratamiento "menos agresivo" y, por ende, problemas de movilidad derivados de una sedación o una inmovilización, o infecciones "respiratorias importantes por gémenes resistentes" a causa de una intubación.
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