La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha enviado un comunicado a todos sus miembros exponiendo su postura respecto al nuevo dispositivo para fumar IQOS (I Quit Ordinary Smoking), iniciales en inglés de “dejo el tabaco habitual”, lanzado por la tabaquera Philip Morris International (PMI), donde advierte a los profesionales que este dispositivo también contiene sustancias tóxicas, es tan adictivo como el tabaco y, por lo tanto, nocivo para quienes lo consumen, según recientes estudios independientes de la literatura científica.
Separ explica en el comunicado difundido a sus miembros que “IQOS es un producto que está basado en el calentamiento del tabaco, en lugar de en la combustión del mismo, como ocurre con el cigarrillo normal. Esta característica hace que el humo que se libera como consecuencia del consumo de IQOS contenga un menor número de sustancias tóxicas que el que se libera de los cigarrillos normales, por lo que Philip Morris presenta este producto como eficaz para la reducción del daño ocasionado por el consumo de tabaco”.
Resultados de estudios independientes
Al respecto, Separ ha recogido en el comunicado “los resultados de los pocos estudios independientes que se han realizado hasta el momento actual”, teniendo en cuenta que “este es un dispositivo de muy reciente creación”. Los resultados de estos estudios son los siguientes: Primero, la cantidad de nicotina que se obtiene con el consumo de IQOS es muy similar a la que se obtiene con el consumo de los cigarrillos normales. Este hecho habla en favor de que la utilización de IQOS es tan adictiva como lo es el consumo de cigarrillos normales, según un estudio publicado en Journal of Occupational and Environmental Health (Journal of UOEH) en 2017 y llevado a cabo por investigadores de Japón, y otro estudio publicado en JAMA Internal Medicine, por investigadores de Suiza.
Segundo, la cantidad de nitrosaminas específicas del tabaco que es detectada en el humo liberado por el IQOS es menor que la encontrada en el humo liberado por los cigarrillos normales. No obstante, esta cantidad es suficiente para causar toxicidad en el organismo de aquellos que lo consumen, según el mismo estudio en Journal of UOEH.
Tercero, la cantidad de componentes orgánicos volátiles presentes en el humo liberado por IQOS es menor que la encontrada en el humo liberado por los cigarrillos normales. No obstante, esta cantidad es suficiente para causar toxicidad en el organismo de aquellos que lo consumen, según un artículo publicado en JAMA Internal Medicine.
Cuarto, la cantidad de hicrocarburos aromáticos policíclicos presentes en el humo liberado por IQOS es menor que la encontrada en el humo liberado por los cigarrillos normales. No obstante, esta cantidad es suficiente para causar toxicidad en el organismo de aquellos que lo consumen. Además, uno de estos hidrocarburos aromáticos policíclicos, el acenafteno, se encontró en el humo del IQOS en una concentración sensiblemente superior (más del doble) a la encontrada en el humo de los cigarrillos normales, según el mismo estudio en JAMA.
Además de estas evidencias científicas, ante la campaña publicitaria que está desarrollando Philip Morris para la promoción y venta de este dispositivo, Separ recuerda que, “de acuerdo con los postulados del Convenio Marco para el Control del Tabaquismo, firmado y ratificado por el Gobierno de España, los profesionales sanitarios no deben colaborar con la industria tabaquera en sus actividades de promoción y venta de sus productos mediante acciones formativas e informativas”.
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