La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto fecha de caducidad a la tuberculosis: el año 2035. Pero, ¿es un plazo realista? “Es factible si hay voluntad política”, ha afirmado
Ernesto Jaramillo, del
Programa Global de Tuberculosis de la OMS. “Con los recursos técnicos y el conocimiento que hay, lo único que falta es compromiso político para dotarlo de un marco legal y financiarlo”, ha señalado el especialista, quien ha participado en la 5ª Jornada de Actualización en Tuberculosis de la
Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS), celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC).
Según
José Caminero, de la
Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, “España tiene todas las condiciones para poderlo hacer y debería estar a la cabeza”. De hecho,
Aurora Limia, subdirectora general de
Promoción de la Salud y Epidemiología del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha anunciado que a finales de 2017 estará listo el
Plan Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis en España, que actualiza la estrategia puesta en marcha en 2007.
Para erradicar la enfermedad, además del compromiso político,
Julio Ancochea, presidente de la Red TBS, ha señalado que se necesita “
cobertura sanitaria universal y protección social”. El neumólogo ha denunciado que, aunque el tratamiento para seis meses contra la tuberculosis vale diez euros, en nuestro país “no se facilita la medicación de forma gratuita”.
Aurora Limia, subdirectora general de Promoción de la Salud y Epidemiología del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y Ernesto Jaramillo, del Programa Global de Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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En este sentido,
Javier García, presidente del
Área de Tuberculosis e Infecciones de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y secretario general de la Red TBS, ha recordado que “el
real decreto 16/2012 excluyó a los inmigrantes ilegales de la prestación sanitaria”. La Red TBS solicita la supresión de esta norma, ya que la tuberculosis “es una epidemia de injusticia”, ha recalcado Ancochea.
García ha indicado que, aunque la enfermedad se ha reducido, España tiene tasas más altas que otros países de su entorno (alrededor de
5.500 nuevos casos al año). Sobre todo, como ha explicado
Francesca Sánchez, presidenta del
Grupo de Estudio de Infecciones por Microbacterias de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), “en las ciudades donde hay más inmigración”. “El hacinamiento es lo que más le gusta al
bacilo de koch (causante de la tuberculosis)”, ha concretado Caminero.
“La tuberculosis es una enfermedad social y, si esa situación no cambia, no obtendremos buenos resultados. La mejor estrategia es la lucha combinada”, ha comentado
Juan Jesús Hernández, responsable del
Plan de Salud de Cruz Roja Española. Esta organización participa junto a Separ, la
OMC y la
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG, representada por su presidente,
Antonio Fernández-Pro, en la reunión) en la Red TBS.
Arriba, Joan Artur Caylà (director de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona), Julio Ancochea, Ernesto Jaramillo y Juan Jesús Hernández. Abajo, Laura Sánchez-Cambronero (jefe de Servicio de Programas de Prevención de la Subdirección General de Promoción de la Salud y Epidemiología del Ministerio de Sanidad), Aurora Limia, Javier García, José Caminero y Antonio Fernández-Pro.
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