Sanidad pide ayuda a Neumología para que Rajoy sea más duro con el tabaco

Hay que hacer frente común para presionar al Ejecutivo a que impulse y financie medidas dirigidas a la lucha contra el tabaquismo. Es la petición que este lunes ha hecho Araceli Arce, subdirectora General de Promoción de la Salud del Ministerio de Sanidad, en la cumbre latinoamericana de la Sociedad Europea de Neumología (ERS por sus siglas en inglés). 

"Hago un llamamiento a las sociedades científicas, porque el Gobierno tiene compromisos de todo tipo, y el político decide en función de muchas variables. Las de salud son importantes, pero tiene muchas otras. Os pido que nos apoyéis para que el mensaje de salud llegue al Gobierno, decisor único que debe tener muchos inputs de lo que realmente importa. Hay que reflejar que la economia va a ganar mucho si la gente deja de fumar. Siento decir que en España no está ni en la hoja de ruta de las discusiones este tema, y no es que no nos gustase. Por eso pido que vuestras peticiones, además de a Sanidad, las remitáis a Presidencia, que ya nos las derivarán, pero se verán obligados a leerlas y darles respuesta", ha reclamado Arce. 

Cristiane Pereira, de la Embajada de Brasil en España, junto a José Miguel Chatkin, representante de la Sociedade Brasileira de Pneumologia e Tisiologia (SBPT). A la Derecha, Araceli Arce, subdirectora general de Promoción de la Salud del Ministerio de Sanidad junto a Francisco Rodríguez, presidente de la Red Europea para la Prevención del Tabaquismo (ENSP)

La subdirectora general de Promoción de la Salud ha recordado que el año pasado gracias a la denuncia de los neumólogos se consiguió que no se renovara el contrato de la tabacalera Philip Morris con la Guardia Civil. "Somos conscientes de que desde Salud lo tenemos muy claro pero en los gobiernos hay distintas sensibilidades -Hacienda con sus impuestos, Comercio con leyes de libre comercio, etc-. Con vuestra denuncia se hizo público y bien conocido en varias instituciones el compromiso con el convenio marco para controlar el tabaco. Sabemos que no podemos ser juez y parte, porque tiene un importante coste económico, pero si podemos, vamos a apoyar un sistema específico y no derivado del que promueve la industria", ha recalcado. 

Pilar de Lucas y Juan Antonio Riesgo, de Separ; Rafael Martínez, director médico de Sandoz; Paraskevt  Katsaounou, de la Sociedad Europea de Neumología (ERS) y Carlos Jiménez Ruiz.

Cristina Fonseca, de la Liga Portuguesa Contra el Cáncer junto a Sofía Ravara, de la ERS; A la derecha, Julio González, técnico de la Unidad de Prevención del Tabaquismo de la Comunidad de Madrid junto a Raquel Fernández, de Nofumadores.org.

Cristina gómez-Chacón, responsable de la Unidad de Tabaquismo del Ministerio de Sanidad junto a Inmaculada Alfageme, presidenta de Separ y Regina Dalmau, presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.

De izquierda a derecha Aranzazu Iglesias, enfermera de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de La Princesa; María Victoria González, enfermera del Comité Científico de Separ; Maria Mayayo, enfermera de la unidad de Coordinación y Supervisión de la Comunidad de Madrid; Maribel Cristóbal, de la Unidad Especializada de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid; Paz Vaquero, coordinadora del Grupo de Trabajo contra el Tabaco de Neumomadrid y del área de Enfermería de Separ y Cristina Villar, de la Unidad de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid.

Tras Arce ha querido intervenir Inmaculada Alfageme, presidenta de la Sociedad Española de Neumología (Separ), quien ha señalado que el problema del tabaco debe considerarse a cualquier nivel de asistencia sanitaria, no sólo por los neumólogos. "Dentro de lo que Separ puede hacer estamos empezando a influir en un programa de formación en la carrera de Medicina, y trasladamos al Ministerio que el tabaco es un problema sanitario, pero también social y económico. Estamos muy comprometidos", ha recalcado.

Mucho por hacer

Estas han sido dos de las principales voces que este lunes han participado en la presentación del informe "Control del tabaquismo en Íbero-latinoamérica", que analiza cómo afrontan el problema los diferentes países implicados y que recoge, además, recomendaciones específicas para mejorar las estrategias de control del tabaquismo. 

Para hablar sobre España ha intervenido Carlos Jiménez-Ruiz, presidente del Comité de Control del Tabaquismo de la ERC, quien ha señalado que existe una gran heterogeneidad en las políticas de prevención pese a existir un Convenio Marco de la OMS para ello. "En España tenemos mucho por hacer, hay que incluir el Convenio en las prioridades nacionales para el desarrollo. Se debe crear un mecanismo nacional de coordinación en cada país latinoamericano que esté liderado por representantes de los ministerios de sanidad", ha recordado. 

De izquierda a derecha, Gerardo Ruiz, ministro de la Embajada de Uruguay; Daniel Buljubasich, representante de la ALAT; Eduardo Bianco, Director para las Américas de Alianza para el Convenio Marco (FCA) y Francisco Bustillo, embajador de Uruguay.

Dan Smyth, de European Lung Foundation junto a Kerstin Schotte, gestora de proyecto de la Organización mundial de la Salud; a la derecha, Jimena Rey, de la Universidad Autónoma de Madrid junto a Ingrid Frias, de Separ.

Entre las cosas pendientes, resulta fundamental, según su exposición, evitar las interferencias de la industria tabaquera, así como elevar los precios de los productos del tabaco. Subirlos un 50 por ciento supondría, según cálculos de la OMS, 49 millones menos de fumadores y 11 millones menos de muertes. "Además, los ingresos obtenidos se deben reinvertir en campañas de prevención, algo que sólo se hace en Argentina, Colombia y Guatemala", ha citado. 

Jiménez-Ruiz también ha destacado que se debe avanzar en prohibir el consumo de tabaco en lugares públicos, y que no basta con tener una buena legislación, sino que además hay que vigilar que ésta se cumpla. También respecto al empaquetado del tabaco, que debe tender hacia uno genérico, y se debe insistir en campañas de formación y concienciación, además de facilitar asistencia a los fumadores, como líneas telefónicas, redes asistenciales o financiación para los tratamientos. Por último, se debe prohibir cualquier publicidad, patrocinio o promoción de productos del tabaco. 

Subir los precios de los productos del tabaco es una de las medidas donde aún hay mucho margen de actuación

Ejemplo uruguayo

En este sentido, los asistentes y participantes han aplaudido el éxito de Uruguay, que con sus medidas de prevención ha conseguido pasar de ser el tercer país de Latinoamérica con los jóvenes más expuestos al humo del tabaco, a ser el segundo tras Nueva Zelanda con el aire más saludable en espacios cerrados. Todo con un duro litigio contra Philip Morris de por medio que al final perdió la razón en los tribunales, dando vía libre al gobierno uruguayo para seguir con sus medidas antitabaco. "Pese a todo, aún tenemos mucho espacio para aumentar el precio del tabaco. Se deben tomar medidas que van más allá del Ministerio de Sanidad", ha afirmado Eduardo Bianco, Director para las Américas de Alianza para el Convenio Marco (FCA). 

Entre los países que también han expuesto cuál es su situación en su lucha contra el tabaquismo están Portugal y Brasil, pero todos han recordado la necesidad de seguir "haciendo mucho más". Juan Antonio Riesco, representante de Separ, ha establecido los cuatro ejes del tabaquismo y su control, como la prevención de la iniciación del tabaquismo, la protección frente al tabaquismo pasivo, fomentar el cese del tabaquismo y legislar para poner esto en práctica. 

Por último, y antes de que el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid clausurara el acto, Francisco Rodríguez, presidente de la Red Europea para la Prevención del Tabaquismo (ENSP), ha pedido más unidad a los neumólogos, más implicación de los sanitarios y que la voz de estos se imponga porque su interés es la salud de las personas. "Tiene que haber unidad de criterio y de acción. Los sanitarios debemos unirnos y dar una respuesta común frente a este problema", ha sentenciado.