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Paciente con neumonía: Varón, más de 65 años y con patología cardiopulmonar

SEPAR da a conocer los retos a los que se enfrentan los profesionales de la salud respiratoria ante esta infección

Rosario Menéndez, jefa de Neumología de La Fe.

09 nov 2018. 12.40H
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El próximo 12 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Neumonía, una de las infecciones respiratorias más frecuentes y con mayor impacto en la población por su morbimortalidad. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se suma a esta celebración con el fin de dar a conocer los retos a los que se enfrentan los profesionales de la salud respiratoria ante esta infección así como las medidas preventivas al alcance de toda la población en el marco del Año SEPAR 2018/19 dedicado a las Infecciones Respiratorias.

Según han argumentado los expertos, la neumonía suele ser más habitual en varones, en los extremos de la vida, en invierno y en presencia de diversos factores de riesgo. Se puede presentar de forma leve, pero la necesidad de ingreso hospitalario aumenta con la edad. Según el estudio NeumoNAC realizado por el Programa de Investigación en Infecciones Respiratorias de SEPAR sobre pacientes hospitalizados el perfil del paciente de neumonía es varón, mayor de 65 años con patología cardiopulmonar. En 2016 fue la causa de 9.310 defunciones, de ellas 4.090 hombres y 5.220 mujeres.

La población susceptible a tener una neumonía va a aumentar en los próximos años

“Aunque la neumonía también es una enfermedad infantil con mayor incidencia en menores 5 años, afecta principalmente a la población mayor de 65”, explica Rosario Menéndez, neumóloga y coordinadora del Año Separ de las infecciones Respiratorias, “en consecuencia, el incremento en la esperanza de vida y la mayor supervivencia de pacientes con enfermedades crónicas y/o con inmunodeficiencias hace prever que la población susceptible continúe en aumento en los próximos años”.

Según el estudio del PII de Infecciones Respiratorias de SEPAR, las co-morbilidades asociadas a la neumonía son en un 30,7 por ciento de los pacientes cardiopatías, en un 27,2 por ciento enfermedades respiratorias crónicas y en un 24,7 por ciento diabetes. En cuanto a enfermedad infecciosa, la neumonía suele aparecer cuando se debilitan las defensas. Las bacterias constituyen la causa más común de neumonía y, dentro de ellas, la bacteria Streptococcus pneumoniae, también conocida como neumococo, es la más frecuente. Los virus también son una causa común de neumonía; por ejemplo, el virus de la gripe, el virus respiratorio sincitial y adenovirus.

Los síntomas aparecen con rapidez y pueden incluir son fiebre alta con escalofríos, tos con producción de esputo, dificultad para respirar y dolor en el costado, así como sensación de cansancio y confusión.


Se recureda la necesidad de establecer un diagnóstico rápido


Si es grave, la neumonía requiere ingreso hospitalario y en un 11,1 por ciento puede ser necesario tratamiento en las unidades de cuidados intensivos. Según SEPAR, las complicaciones más frecuentes son en un 69,9 por ciento de los casos extrapulmonares, en un 47,2 por ciento pulmonar y el 7,1 por ciento de los pacientes puede requerir Ventilación mecánica no invasiva. Entre los pacientes hospitalizados pueden estimarse un 5 por ciento de mortalidad intrahospitalaria y un 5,6 por ciento a 30 días. Por todo ello los neumólogos recuerdan la necesidad de estar alerta, establecer un diagnóstico rápido y tomar las medidas preventivas necesarias.
Claves para prevenir la neumonía

David de la Rosa, neumólogo y coordinador del Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de SEPAR, recuerda que la principal forma de prevención de la neumonía es la vacuna contra el neumococo. “La vacuna antineumocócica puede administrarse a cualquier edad a partir de las 6 semanas de vida. Y de un modo general, se recomienda para paciente inmunodeprimidos, con fístula del líquido cefalorraquídeo, implantes cocleares o anesplenia (ausencia de bazo), y también para los mayores de 65 años o aquellos de cualquier edad que presentan enfermedades crónicas respiratorias, hepáticas, renales, cardiovasculares, diabetes, tabaquismo y alcoholismo”. En realidad, existen dos vacunas: la vacuna polisacárida de 23 serotipos (VNP23) y la vacuna conjugada de 13 serotipos (VNC13). La primera actúa frente a 23 tipos de neumococo, pero su inmunidad es débil y se desvanece con el tiempo por lo que necesita revacunación a los 5 años. La vacuna conjugada tiene una mayor eficacia inmunógena, tiene efecto memoria y no necesita revacunación.

En cuanto a enfermedad infecciosa y por lo tanto contagiosa, De la Rosa apunta otras medidas de prevención tan sencillas como “lavarse las manos con frecuencia, desechar de manera apropiada los pañuelos y cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser”. También contribuyen a prevenir la enfermedad seguir una dieta saludable, extremar la higiene orodental, hacer actividad física y no fumar.



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