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Nueva York evita 5.660 muertes al reducir la contaminación del aire

Así lo constata un estudio publicado en la revista 'Environmental Research Letters', que analizó el estado del aire

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

08 ago 2019. 15.50H
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Investigadores de la Universidad de Columbia (EEUU) han analizado los niveles de contaminación del estado de Nueva York (EEUU) y han encontrado que los niveles más bajos de contaminación del aire salvaron aproximadamente 5.660 vidas en 2012, en comparación con los niveles de 2002.

El estudio, publicado en la revista 'Environmental Research Letters', analizó los niveles del estado de Nueva York de un tipo específico de contaminación conocida como partículas finas o 'PM2.5'.

Estas partículas microscópicas son una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas, algunos provienen de la quema de combustible, y otros se forman en la atmósfera como resultado de reacciones complejas de productos químicos como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno de las centrales eléctricas, las industrias y los automóviles. La exposición a largo plazo al PM2.5 puede provocar problemas respiratorios y cardiovasculares.

Este estudio se trata de un paso clave para poder documentar de forma efectiva los beneficios para la salud del aire más limpio

Para analizar los niveles de contaminación, el estudio comparó siete conjuntos de datos a través de mediciones en terreno y por satélite en todo el estado de Nueva York, y los investigadores encontraron que los niveles de PM2.5 cayeron entre un 28 y un 37 por ciento entre 2002 y 2012. Calcularon que esta caída redujo la carga de mortalidad por contaminación del aire para los residentes del estado de Nueva York en un 67 por ciento, pasando de 8.410 muertes prematuras en 2002 a 2.750 muertes en 2012.

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"Lo novedoso de este estudio es que utilizamos siete estimaciones diferentes de exposición a PM2.5 para analizar el cambio a largo plazo en la carga de mortalidad, y todos muestran una disminución constante en la carga de mortalidad", dijo Xiaomeng Jin, el investigador de Lamont que dirigió el estudiar.

El estudio consideró cuatro dolencias desencadenadas por la exposición a largo plazo a partículas finas: enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, cardiopatía isquémica, cáncer de pulmón y accidente cerebrovascular e isquémico.

"El estudio proporciona evidencia de que los controles de emisiones de contaminantes atmosféricos, iniciados por la Ley de Aire Limpio de 1970, y ampliados con las enmiendas aprobadas en 1990 que requerían una revisión de la evidencia científica sobre qué normas se establecen e implementan, han mejorado la salud pública en todo Estado de York", han afirmado los investigadores.

El químico atmosférico de Lamont y coautor del estudio, Arlene Fiore, ha explicado que las revisiones llevadas a cabo en el estado de Nueva York han desembocado en estándares más estrictos, un aspecto que a su vez puso en marcha el proceso de controles de emisiones para poder cumplir con esos estándares.

Fiore ha indicado que este estudio se trata de un paso clave para poder documentar de forma efectiva los beneficios para la salud que supone el aire más limpio.


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