En enero de 2020 dos de las tres medicaciones que hay para dejar de fumar estarán incluidas en el Sistema Nacional de Salud. Además de la
vareniclina, registrada con el
nombre de 'Champix', el Gobierno ha anunciado el jueves que también
financiará bupropion con el mismo objetivo: que se disminuya la tasa de tabaquismo en España. Con el anuncio, Neumología se pregunta qué hay de la tercera opción, la
terapia de reemplazo de la nicotina.
"Es fundamental que se
financien los
tres tratamientos porque de esta manera el profesional sanitario tiene un elenco de medicamentos que puede utilizar para ayudar a cada fumador a dejar el hábito tabáquico", asegura
Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ).
"Ya que se está dando este paso [con la financiación de la vareniclina y el bupropion], que es importante y por el que felicitamos al Ministerio de Sanidad, les pedimos que no se queden cortos. Que vayamos a por todo", añade.
Diferentes características
Jiménez Ruiz explica que por cada 100 fumadores, a un 55-60 por ciento se les trata con
vareniclina; a un 30-35 por ciento, con
terapias sustitutivas de
nicotina; y a un 5-10 por ciento, como máximo, con
bupropion. "El tratamiento que más se está utilizando es la vareniclina. Ahora bien, es un error pensar que si solamente se financia este fármaco se van a hacer menos prescripciones o que se
va a ahorrar dinero", afirma.
"Si se financian las tres terapias el profesional sanitario tiene un elenco de medicamentos a utilizar según el paciente"
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Porque, en su opinión, "lo importante es dotar al profesional sanitario con
buena medicación y con varias opciones para ofrecérselas al fumador. Y que este, a su vez, se pueda beneficiar de las ventajas de uno u otro según las circunstancias".
"A la hora de hacer el
diagnóstico del
paciente y de ver las características de
tabaquismo que tiene y de cómo se comporta, el médico se percata de que va a responder mejor a uno u a otro tratamiento", apunta Jiménez Ruiz. Por ejemplo, hay ocasiones -aunque sean pocas- en las que no se puede utilizar la vareniclina porque tiene una contraindicación por
insuficiencia renal muy grave. Otras veces no se puede recetar bupropion porque es una medicación que, al metabolizarse en el hígado, tiene una gran cantidad de
interacciones con
otros fármacos.
"Cada una tiene unas características, por eso es importante que se financien todas", zanja el presidente de la sociedad científica que, recalca, que de hacerse el gasto no se va a disparar. Al contrario: todos salen beneficiados.
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