La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica
(Separ) advierte que el
cannabis es una droga que causa adicción, no inocua, con potencial para causa
r daños en el organismo a corto y medio plazo, como cáncer y afectación de los sistemas cardiovascular, respiratorio y sistema nervioso central, multiplicando por cinco el riesgo de psicosis.
Para esta Sociedad científica es
"especialmente preocupante" que los adolescentes, un grupo muy vulnerable, se
inicie en el consumo recreativo de esta droga y lo más probable es que “la
regulación del cannabis fumado para usos terapéuticos aumentará la accesibilidad para adquirirlo y la
aceptación social de esta droga, especialmente entre adolescentes”.
Separ hace esta advertencia, con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra cada 31 de mayo, y ante la
posible legalización del cannabis para usos medicinales, que se está estudiando en la subcomisión creada en 2021 en el Congreso de los Diputados para analizar las experiencias de otros países con la regulación del cannabis medicinal. Desde el pasado 8 de marzo, ha habido comparecencias de 23 expertos de distintos países de la Unión Europea, así como de organismos médicos, farmacéuticos y asociaciones de pacientes y la subcomisión se ha reunido cinco veces.
Ahora sus miembros, tienen
hasta finales de junio para acordar las conclusiones y decidir si se legaliza el cannabis con fines medicinales y en qué términos: qué tipos de productos se pueden prescribir, para qué pacientes y en qué dolencias, entre otros aspectos.
El cannabis, un riesgo para la salud física y mental
“Si se produce la legalización del cannabis, que no olvidemos que es una droga, se incrementará la accesibilidad para adquirirla y la aceptación social de la misma, poniendo en
serio peligro la
salud física y mental de la población y, en especial, de nuestros adolescentes”, ha destacado Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de Separ.
De hecho, “en los últimos años, en nuestro país, ya se ha observado
un incremento del consumo de cannabis y de sus derivados, solo o combinado con el tabaco. Además, mensajes de determinados grupos de opinión sobre la inocuidad de esta droga y sus usos terapéuticos no hacen más que normalizar la conducta de consumirla, especialmente entre la población adolescente”, añade Rabade.
El cannabis es una droga que
genera adicción asociada a
efectos dañinos graves como trastornos cardíacos, enfermedades broncopulmonares, cáncer y enfermedades psiquiátricas aumentando
cinco veces el riesgo de
desarrollar psicosis.
En adolescentes se relaciona con trastornos de memoria y aprendizaje, así como con trastornos emocionales, aumentando en jóvenes la posibilidad de desarrollar depresión. Estudios han demostrado un menor rendimiento
escolar en adolescentes consumidores de esta droga. Además, un porcentaje significativo de aquellos que la prueban acaba desarrollando dependencia.
Por ello, el área de Tabaquismo de la Separ lanza el siguient
e posicionamiento respecto a la futura regulación del cannabis medicinal:
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No debe banalizarse el consumo de esta droga, ya que ocasiona daños graves a corto y largo plazo sobre el aparato respiratorio, cardiovascular y sistema nervioso central.
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Sus posibles usos terapéuticos nada tienen que ver con el consumo recreativo de esta droga y deberían estar restringidos a un mínimo porcentaje de la población que cumpla unos criterios específicos.
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Deben evitarse mensajes, tanto en medios de comunicación como en los grupos de opinión, sobre su inocuidad y solicitando su legalización, ya que producen una normalización en su consumo, especialmente en los grupos más vulnerables como los adolescentes.
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