El acuerdo 'Chile-Madrid Tiempo de Actuar' con el que ha concluido la vigésimo quinta Conferencia de las Partes (
COP25) del Clima de Naciones Unidas ha dejado con mal sabor de boca a los neumólogos, que lo tildan de "un
brindis al sol". Sobre todo, por no haber alcanzado un pacto para el desarrollo del Artículo 6 del
Acuerdo de París, el punto "más difícil" durante las negociaciones, tal y como lo tildó
Carolina Schmidt, ministra de Medio Ambiente de Chile y presidenta de la Cumbre, durante un plenario informal.
"Uno de los principales objetivos de la Cumbre era desarrollar el artículo seis del Acuerdo de París, que hace referencia al desarrollo de los mercados para la compraventa de emisiones de dióxido de carbono. Pero no se ha conseguido. Sin duda era uno de los puntos más importantes", asegura
Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), a
Redacción Médica.
Lo que podría haber llegado a un consenso para avanzar en las demandas de abordaje de la crisis climática, se convirtió en una tarea pendiente para el año próximo. "Se ha quedado en un mero brindis al sol para que la futura
Cumbre de Glasgow trabaje más intensamente; para que todos se comprometan a tener unas conclusiones más eficaces y eficientes de las que ha habido este año", apunta el presidente de la sociedad científica.
Mercado global de emisiones de carbono
El Acuerdo de París fijaba una meta a largo plazo para
limitar el aumento de la temperatura media mundial "muy por debajo" de los
2° C. Para ello, se pide a los países que relicen esfuerzos en mantener el aumento por debajo del grado y medio.
"Las autoridades políticas deben tener en cuenta lo que está demandando la población general"
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Además, las disposiciones de este artículo ayudarían a que los países cumpliesen sus compromisos mediante la fijación de precios al carbono. Es decir, que se negociaba la posibilidad de la creación de un
mercado global de emisiones de carbono.
"Queríamos cerrar el Artículo 6 para implementar un mercado de carbono
robusto con
integridad ambiental, enfocado en generar recursos para transitar hacia un desarrollo sustentable, basado en bajas emisiones y resiliente al clima. Es triste no haber podido llegar al acuerdo final, estuvimos tan cerca", se lamentaba Carolina Schmidt.
"Las autoridades políticas deben tener en cuenta lo que está demandando la población general y lo que los distintos grupos de científicos están alertando: que hay que actuar o, como todo siga así, a finales de este siglo la temperatura media en el planeta habrá
subido tres grados, cuando se debería conseguir que esa subida no superase el grado y medio", apunta Carlos A. Jiménez.
Doble compromiso
A día de hoy, la sociedad científica
está volcada en frenar las consecuencias que el cambio climático tiene sobre la salud. "En Separ estamos preocupados por la
contaminación ambiental. Nuestro
compromiso es
doble: por un lado, vamos a seguir investigando la
patología respiratoria que se asocia a este tipo de contaminación y, por otro,
investigamos en cómo prevenir y tratar esta patología", asegura Jiménez Ruiz.
"Pero además -prosigue el presidente-, tenemos el compromiso de
colaborar con otras asociaciones de científicos y con la población general para, todos juntos, exigir a nuestros
autoridades políticas que se tomen este asunto en serio y que lleguen a acuerdos que sean auténticamente eficaces para controlar problema importante que el mundo actual tiene".
Porque, ¿creen que aún las autoridades no se lo están tomando suficientemente en serio la crisis climática? "Pues -responde Jiménez Ruiz- si echamos un vistazo a lo que ha ocurrido en esta Conferencia de las Partes, que se ha celebrado en Madrid, la verdad es que no lo parece".
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