La necesidad de hacer conscientes a los conductores de que es imprescindible evitar fumar dentro del vehículo, independientemente de quién viaje en él, es la principal demanda lanzada por parte de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), y la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT) hacia la Dirección General de Tráfico (DGT).
Esta petición formal, realizada a través de una carta redactada por las tres sociedades científicas y enviada a la DGT, subraya que la necesidad de hacer conscientes a los conductores de que es imprescindible evitar fumar dentro del vehículo independientemente de quién viaje en él, ya que “el consumo de tabaco afecta a la capacidad refleja, motora y cognitiva del conductor y puede ocasionar accidentes de tráfico en los que ocupantes, usuarios de la vía pública y el propio conductor se vean seriamente afectados”, afirma Esther Redondo, coordinadora del grupo de trabajo de Actividades Preventivas de Semergen.
Por su parte, Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente electo de Separ, afirma que “estamos convencidos de que dicha recomendación redundaría en una mejora de la salud y en un incremento de la seguridad vial. Desde nuestras respectivas sociedades científicas, nos preocupa la salud de todos los agentes implicados durante el proceso de conducción”.
Implicaciones de fumar dentro del coche
Según datos de la DGT, la conducción distraída o desatenta ha supuesto un 32 por ciento de las víctimas por accidentes de tráfico en 2017, y más del 60 por ciento de los accidentes se deben a la pérdida de contacto visual con la carretera.
El tabaco, considerado como una distracción al volante, requiere que el conductor se vea obligado a conducir con una sola mano, mientras busca el cigarrillo, lo aproxima a la boca, busca el mechero y enciende el cigarrillo o si va echando las cenizas por la ventanilla del vehículo. Asimismo, el sostener el pitillo, impide abrir totalmente la mano y asir el volante con seguridad, como se explica en este vídeo realizado por el coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de Semergen, José Luis Díaz-Maroto.
El tiempo medio para encender un cigarrillo es de 4,1 segundos. En dicho tiempo se recorren 113 metros a 100 kilómetros hora, velocidad que requiere de una distancia aproximada a un campo de futbol para detener el vehículo que se conduce. Además, el tiempo medio para fumar un cigarrillo es de 3,4 minutos, que a 100 Km/hora se recorren 6 Km. Por último, se debe resaltar que el encenderse un cigarrillo durante la conducción aumenta en casi un 50 por ciento posibilidad de producir un incendio
“Vacío legal”
Actualmente, el Reglamento General de Circulación no exime el consumo de tabaco mientras se conduce un vehículo, sino que solo refleja que el conductor está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción para garantizar su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de las vías. Todos estos requerimientos pueden verse afectados negativamente por el consumo de tabaco mientras se conduce.
“Fumar dentro de un vehículo perjudica la salud del propio conductor y disminuye su capacidad de concentración, ya que puede ocasionarle cefaleas, cansancio, fatiga, elevación de la presión arterial y mala oxigenación; también es nocivo para los acompañantes o fumadores pasivos, al encontrarse éstos en un habitáculo pequeño, mal ventilado y estar expuestos a una concentración de humo 30 veces superior a las de una vivienda”, advierte Fernando Pérez Torralba, presidente de la SEMT.
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