“Ya hay ensayos clínicos en marcha con la combinación de pirfenidona y nintedanib que nos hacen pensar que el tratamiento del futuro de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) será la terapia combinada”, afirma Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de La Princesa de Madrid, quien ha coordinado AIR Madrid, una reunión promovida por Roche en la que han participado los principales neumólogos especialistas en FPI de la Comunidad de Madrid. “Vamos hacia una Medicina de precisión y personalizada, y el reto es encontrar biomarcadores para identificar a los subgrupos de pacientes respondedores a los distintos tratamientos”, comenta.
Ancochea ha avanzado que el Grupo Español de FPI ha remitido a Archivos de Bronconeumología, la revista de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), la actualización del tratamiento farmacológico de la FPI, que está basada en los resultados de los grandes ensayos clínicos con pirfenidona y nintedanib publicados en The New England Journal of Medicine en mayo de 2014. Ambos fármacos, detalla el neumólogo, “frenan la progresión de la enfermedad en estadio leve o moderado”.
En concreto, pirfenidona enlentece el deterioro de la capacidad vital forzada, aumenta la supervivencia libre de progresión y aumenta la supervivencia global, mientras que nintedanib enlentece el deterioro de la capacidad vital forzada, reduce la frecuencia de exacerbaciones, mejora posiblemente los parámetros de la calidad de vida y tiende a mejorar la supervivencia. “La actualización del tratamiento no se decanta por uno u otro fármaco, sino que deja que el neumólogo identifique cuál es el de primera elección para cada paciente”, explica Ancochea.
Posteriormente, el documento recoge que los pacientes sean valorados a los seis o doce meses, ya que una publicación reciente revela que la eficacia de estos fármacos se pone en evidencia en ese plazo. “No quiere decir que los pacientes mejoren, sino que la capacidad vital forzada cae menos de un diez por ciento”, matiza el jefe del Servicio de Neumología de La Princesa. Si los resultados son positivos, se continúa con el tratamiento de elección; si no, las siguientes opciones son la terapia secuencial, la combinada o el trasplante pulmonar.
“El 44 por ciento de los trasplantes de pulmón que se realizaron en España se hicieron para tratar enfermedades intersticiales difusas, siendo la más frecuente la FPI”, comenta Ancochea. “La supervivencia a cinco años alcanza el 48 por ciento en los pacientes trasplantados. Sin tratamiento, la mediana de supervivencia de la FPI es de tres años, menor que la de cualquier tipo de cáncer. Los últimos datos de pirfenidona presentados en el Congreso de la European Respiratory Society (ERS) revelan una supervivencia cercana a los ocho años”, concluye el neumólogo.
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