En los últimos años, la llamada
medicina personalizada o de precisión ha irrumpido con fuerza en el manejo de las enfermedades, entre ellas las respiratorias. Un camino que aún está por recorrer, pero en el que ya se han dado
grandes pasos gracias al hallazgo de
biomarcadores biológicos que se relacionen bien con el
diagnóstico, tratamiento o pronóstico de los pacientes respiratorios.
Para situar el estado actual de estos indicadores, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha publicado en su revista científica
Archivos de Bronconeumología una revisión de la literatura científica existente sobre la
“existencia y validez diagnóstica, terapéutica o pronóstica de los biomarcadores biológicos más importantes en la actualidad en las principales enfermedades respiratorias, así como sobre los retos futuros en este sentido”.
En ella se concluye que “la práctica de una
Medicina de precisión que consiga un tratamiento personalizado pasa, sin lugar a dudas, por el
descubrimiento de marcadores, especialmente biológicos”.
Unos biomarcadores que deben ser idealmente “
fáciles de implementar en la práctica clínica, fáciles de
interpretar, baratos, sensibles y específicos para una determinada enfermedad (en este caso del ámbito neumológico), y que cumplan una función diagnóstica, pronóstica y/o de identificación de respuesta al tratamiento”.
La “antesala” de la Neumología de precisión
Según asegura a
Redacción Médica, Miguel Ángel Martínez García, neumólogo y editor jefe de Archivos de Bronconeumología, aún pasará “bastante tiempo” hasta que se llegue a la Medicina de precisión, pero
se ha llegado a un paso intermedio en “gran parte” gracias a los biomarcadores. “Ahora estamos aplicando la
Medicina estratificada, agrupamos a pacientes con características muy semejantes para darles un diagnóstico y tratamiento similar”, asegura Martínez García.
Por lo tanto, lo que aún queda por lograr es que cada paciente de estos grupos tenga un tratamiento personalizado. “Estamos en la antesala de lo que será la Medicina del futuro. Debemos lograr dejar de estar centrados en la enfermedad y centrarnos en el paciente y sus características de edad, género, patologías…”, explica el neumólogo.
No todos los biomarcadores son válidos
Actualmente, en las enfermedades respiratorias se cuenta con multitud de biomarcadores. Sin embargo, según asegura Martínez García,
lo importante es la “calidad, no la cantidad”. “Es más importante encontrar un único biomarcador que cumpla todas las características de un buen biomarcador que encontrar muchos que no las cumplan. De hecho, tenemos muchos de este tipo”, detalla el editor jefe de la revista científica de Separ.
"En cáncer de pulmón es donde mejores biomarcadores hemos logrado"
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Un claro ejemplo es la
proteína georactiva, que aparece en
muchas enfermedades diferentes y, por tanto, pierde el componente de especificidad que requieren los biomarcadores de calidad. “Se mide en sangre y si está alto, como puede aparecer en un cáncer o en un resfriado, no sabemos por qué está elevado. Nos sirve para guiarnos, pero no es un buen biomarcador”, explica el neumólogo.
Cambio de paradigma en el manejo de enfermedades respiratorias
En cuanto al camino recorrido hasta la fecha, las experiencias adquiridas llevan a Martínez García a afirmar que el avance en Neumología debe ir ligado al avance de tres tipos de marcadores: biológicos, genéticos y tecnológicos. “Es muy importante descubrir las bases genéticos de las enfermedades y los marcadores extraídos de la tecnología gracias a la capacidad de computación actual”.
Un camino por recorrer que tiene el mejor ejemplo en el cambio de paradigma logrado en el
manejo del cáncer de pulmón. “En cáncer de pulmón es donde mejores biomarcadores hemos logrado. Ha supuesto cambios en el tratamiento, en el diagnóstico y en el pronóstico. Siendo una enfermedad tan maligna ha sido un avance enorme. Pacientes con cánceres avanzados sobreviven mucho más que antes.
Le hemos dado años de vida cuanto antes solo le podíamos ofrecer meses”, resalta el neumólogo.
Por ello, es claramente el objetivo a lograr en el resto de las enfermedades respiratorias. Sin embargo, Martínez García advierte que
no siempre es sencillo encontrar biomarcadores válidos: “Hay enfermedades que son muy heterogéneas en su origen y es difícil encontrar biomarcadores de calidad. Hay muchos, pero no suficientemente buenos para cambiar la práctica clínica, o incluso se puede dar que no existan”.
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