Un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) ha asegurado que el 53,7 por ciento de los cerca de 6 millones de niños de Estados Unidos que sufren asma tuvieron uno o más ataques durante el año 2017. Esta cifra muestra una disminución de crisis asmáticas en niños.
En el año 2001, el porcentaje de niños estadounidenses que sufría uno o más episodios de crisis llegaban al 61,7 por ciento, así que se ha reducido casi en un ocho por ciento. Entre 2003 y 2013, el porcentaje de niños que fueron hospitalizados por esta afección disminuyó en casi cinco puntos.
“Estamos progresando, pero los servicios de salud, los padres, los cuidadores y las escuelas pueden hacer más para ayudar a los niños a evitar ataques de asma”, ha asegurado Anne Schuchat, directora del informe de CDC.
A pesar de que las cifras de crisis asmáticas han ido disminuyendo a lo largo de los años, esta afección sigue siendo la enfermedad respiratoria más común entre los niños estadounidenses, y aproximadamente uno de cada 20 niños requiere de hospitalización una vez al año.
Los especialistas en la materia aseguran que no hay una sola cosa o producto que ayude a prevenir los ataques de asma, sino que lo que funciona son una serie de hábitos, recomendaciones, un plan específico para cada paciente y el uso de la medicación adecuada.
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