La
mayoría de las personas que fuman
cigarrillos electrónicos quieren
dejarlos y muchas han tratado de
reducir su
consumo, según investigadores de Universidad Rutgers, en Nueva Jersey, Estados Unidos. El estudio, publicado en la revista 'Nicotine & Tobacco Research', examinó los
intentos anteriores de los consumidores de cigarrillos electrónicos y las
intenciones actuales de dejar de fumar cigarrillos en una muestra representativa de usuarios adultos de cigarrillos electrónicos en Estados Unidos.
Cerca de
diez millones de adultos estadounidenses
fuman cigarrillos electrónicos. La mayoría de estos usuarios también consumen cigarrillos tradicionales, aunque muchos los usan para tratar de dejar cigarrillos tradicionales.
El estudio encontró que
más del 60 por ciento de los usuarios de e-cigarrillos quieren
dejar de usarlos y el
16 por ciento planea hacerlo en el
próximo mes. Más del 25 por ciento ha intentado dejar de usar los cigarrillos electrónicos en el último año.
También son potencialmente adictivos
"La mayor parte del debate sobre los cigarrillos electrónicos se ha centrado en el daño relativo en comparación con los cigarrillos tradicionales, la
eficacia de los cigarrillos electrónicos como un dispositivo para
dejar de fumar y el
aumento alarmante de su uso en
niños", explica el coautor del estudio
Marc Steinberg, profesor asociado de Psiquiatría en la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de Rutgers y director del laboratorio de Intervención e Investigación del Tabaco.
"Además de estos temas -subraya-, nuestros datos sugieren que los usuarios de cigarrillos electrónicos no quieren usar estos dispositivos para siempre. Finalmente, quieren dejar de consumirlos de la misma manera que un fumador tradicional quiere dejar de fumar cigarrillos".
"Las
estrategias de las que informaron las personas que los consumían para
dejar de fumar los cigarrillos electrónicos incluyen muchas de las que
recomendamos para dejar de fumar los cigarrillos tradicionales como los productos o
medicamentos de reemplazo de nicotina aprobados por la FDA (agencia estadounidense del medicamento), el
asesoramiento y el
apoyo social", subraya la autora del estudio
Rachel Rosen, estudiante graduada en el Departamento de Psicología.
"Aunque los cigarrillos electrónicos pueden estar vinculados con
daños menores en comparación con los cigarrillos combustibles, también son
potencialmente adictivos y el
aerosol del cigarrillo electrónico aún contiene
sustancias tóxicas -resalta-. A medida que el uso del cigarrillo electrónico sigue aumentando y que más consumidores de cigarrillos quieran dejarlo, será importante estar listo para ayudar a aquellos que pueden tener dificultades para dejarlo por sí solos".
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