Correr o
caminar al
aire libre está dejando de ser una actividad sana por
culpa de la contaminación. Según un estudio del
Imperial College London y la
Universidad de Duke, los
beneficios cardiorrespiratorios que aporta la actividad deportiva se anulan si se practica en una zona de alta contaminación.
Esto es una realidad, tal como muestra la investigación, tanto para personas con
EPOC o
cardiopatía isquémica estable, como para
personas sanas. Los gases procedentes de los
automóviles, las
centrales termoeléctricas y las
industrias son los principales culpables.
Los
119 voluntarios que participaron en el estudio caminaron e hicieron ejercicio por Oxford Street durante un período de varias semanas. La mejoría de su capacidad pulmonar fue
nula y los investigadores han atribuido
este resultado además de a la contaminación, al
estrés por el
ruido y el
movimiento de esta zona tan concurrida.
Piden mejorar la calidad del aire de las metrópolis
Jim Zhan, autor principal del estudio, ha aconsejado que no se haga ejercicio en el centro de las ciudades: "Si vas a caminar por la ciudad, mejor
hazlo por espacios verdes, lejos de las áreas urbanizadas y la contaminación del tráfico. De lo contrario
los efectos cardiosaludables se diluirán".
Zhang también ha explicado que en otros estudios se habían visto los efectos negativos de la contaminación en personas con afecciones cardiorrespiratorias, pero no en individuos sanos, como ha sido este caso. Además, ha pedido a las autoridades que mejoren la
calidad del aire de las metrópolis.
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