Cuando el Covid-19 llegó, hubo que
reestructurar los circuitos hospitalarios. Es lo que ha explicado Dolores Álvaro Álvarez, jefa de sección del
Servicio de Neumología del Hospital de Móstoles en su ponencia 'Actividad de un Servicio de Neumología en un hospital de segundo nivel en época de Covid-19' durante la
Jornada Interhospitalaria de Neumología de este centro, celebrada en la sede de
Redacción Médica, con el auspicio de la Fundación Neumomadrid y la colaboración de GSK y Oximesa Nippon Gases.
Actividad de un servicio de Neumología en un hospital de segundo nivel en época de Covid-19.
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"Era una
situación de incertidumbre, con una enfermedad viral potencialmente mortal. Los profesionales no conocíamos cómo diagnosticarlo ni cómo se replicaba, no había tratamiento específico y
empezaron a faltar los equipos de protección", ha señalado Álvaro.
Ante esta situación,
Neumología y Medicina Interna del Hospital de Móstoles tuvieron que "unir fuerzas" para adaptarse a la realidad que había traído el coronavirus y atender de manera conjunta a estos pacientes. Esta integración
marcó 'un antes y un después' en la gestión de la pandemia. "Necesitábamos centralizar el trabajo, ya que ambas especialidades atendíamos a pacientes con sintomatología común. Además, nosotros éramos un
servicio pequeño con siete facultativos", ha afirmado.
Álvaro: "La integración tuvo beneficios en la toma de decisiones clínicas de los pacientes covid"
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"La integración fue una experiencia muy positiva que tuvo
beneficios en la toma de decisiones clínicas, en la cohesión entre facultativos y en el crecimiento personal", ha añadido.
La jefa de sección de Neumología ha recordado la
línea temporal de principios del año 2020. En este sentido, ha apuntado que el primer paciente con esta patología que estaba en el Hospital de Móstoles fue trasladado el 28 de febrero de 2020, pero fue el
6 de marzo cuando entró la primera persona diagnosticada. "Las plantas del hospital se empezaron a colonizar con pacientes Covid-19, que aumentaban día a día", ha apuntado.
"Se realizaron cerca de 3.000 llamadas para conocer la evolución de los pacientes Covid-19"
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Organización del Hospital de Móstoles durante el Covid-19
Álvaro ha continuado su ponencia apuntando los cambios que se produjeron en el centro. En esta línea, ha explicado que de marzo a mayo se
suspendieron las consultas del hospital, las sesiones clínicas, las reuniones docentes o la formación de estudiantes. Todo ello para enfocarse en la
atención de los pacientes Covid-19, que requerían cada vez más profesionales.
Segun ha relatado, para lograr la
máxima eficacia y organización, todos los días por la mañana el jefe de Medicina Interna del Hospital de Móstoles, Víctor Moreno Cuerda, dirigía una reunión donde
se valoraba los profesionales disponibles –ya que muchos enfermaban y tenían que coger la baja-, los pacientes y su ubicación –porque entraban y salían de la UCI-. Al final del día, se producía otra reunión donde se informaban de los datos de la pandemia, la
situación del hospital y las estrategias a seguir, que "a veces cambiaban ese mismo día varias veces".
Asimismo, Álvaro ha resaltado el trabajo del resto de
profesionales de otros departamentos que hicieron 'función espejo' para ver a todos los pacientes Covid-19 y del Servicio de Geriatría, que era el encargado de
atender a las personas mayores que se encontraban en residencias e "informaban de su situación clínica y evolución".
Por último, ha destacado la importancia del grupo facultativo que se dedicó a
llamar a los pacientes para ver cómo evolucionaban. "Se realizaron cerca de 3.000 llamadas", ha concluido.
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