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El síndrome de hipoventilación obesidad debe tratarse con CPAP

Separ impulsa el primer estudio que compara tratamientos a largo plazo, que ha sido publicado en 'The Lancet'

Juan Fernando Masa y Olga Mediano.

29 jul 2019. 12.35H
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El síndrome de hipoventilación obesidad debe tratarse con la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) como tratamiento de primera línea, por ser tan eficaz como la ventilación no invasiva y menos compleja y costosa que esta. Así lo desmuestra el primer estudio que compara la eficacia de ambos tratamientos a largo plazo y que ha sido llevado a cabo por Juan Fernando Masa y otros investigadores del 'Spanish Sleep Network', impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), y que se acaba de publicar en The Lancet, una de las revistas científicas más prestigiosas.

La hipoventilación es una respiración insuficiente, hasta el punto de que no cubre las necesidades fisiológicas del organismo de expulsar el anhídrido carbónico. Las personas obesas pueden padecer este tipo de insuficiencia respiratoria con niveles de anhídrido carbónico elevado que puede llevar a la parada respiratoria y muerte. En la literatura médica, se alude a esta situación como síndrome de hipoventilación obesidad.

"Quienes sufren el síndrome de hipoventilación obesidad tienen más riesgo de morbilidad cardiovascular y respiratoria"

Este síndrome de hipoventilación obesidad se define como la combinación de padecer obesidad, hipercapnia durante la vigilia (una mayor concentración de anhídrido carbónico (CO2) en la sangre arterial respecto a los valores que se consideran normales), y el padecimiento de un trastorno respiratorio del sueño en ausencia de otras causas que provoquen la hipoventilación.

Aproximadamente, el 90 por ciento de los pacientes con síndrome de hipoventilación obesidad tienen una apnea obstructiva del sueño concomitante y, además, el 73 por cientopadecen de apnea obstructiva del sueño grave.

“Lo preocupante del síndrome de hipoventilación obesidad es que los pacientes que la sufren tienen más riesgo de morbilidad cardiovascular y respiratoria que aquellos que tienen una apnea obstructiva del sueño normocápnica, es decir, con correctas concentraciones de anhídrido carbónico en sangre u obesidad normocápnica. Debido a ello, presentan un riesgo aumentado de ingresos hospitalarios, de utilización de recursos sanitarios y de mortalidad”, afirma Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Área de Sueño de Separ.

Tratamiento actual de este síndrome


“Este síndrome de hipoventilación obesidad se trata habitualmente con presión positiva continua en las vías respiratorias (produce una especia de burbuja de aire en la faringe que evita su colapso o apnea) o ventilación no invasiva durante el sueño (similar a la ventilación artificial que se usa durante la anestesia general)", ha explicado Masa, primer firmante del artículo, neumólogo y miembro del Área de Sueño de Separ. 

"La ventilación no invasiva es más compleja y costosa que la presión positiva continua en las vías respiratorias, pero podría, hipotéticamente, ser ventajosa porque proporciona apoyo ventilatorio con mayor facilidad para la expulsión del anhídrido carbónico”, añade Masa. 

Y continúa: “Hasta la fecha no ha habido ensayos a largo plazo que comparen estas modalidades de tratamiento. Por lo tanto, nuestro objetivo, en el nuevo trabajo del 'Spanish Sleep Network', ha sido determinar la efectividad comparativa a largo plazo de ambas modalidades de tratamiento".

Primer estudio comparativo y resultados


El 'Spanish Sleep Network' ha realizado un estudio controlado, aleatorizado y multicéntrico en el que han participado 16 centros clínicos de España, que ha incluido a pacientes de 15 a 80 años con síndrome de hipoventilación por obesidad no tratada y apneas de sueño grave.

"La ventilación no invasiva es más compleja y costosa que la presión positiva continua en las vías respiratoria, pero podría ser ventajosa"

En total, para este estudio se consiguió reclutar a 215 pacientes y, desde el 4 de mayo de 2009 hasta el 25 de marzo de 2013, mediante una base de datos electrónica, estos participantes se asignaron a una de las dos ramas del estudio: 100 pacientes fueron asignados al azar al grupo de ventilación no invasiva y 115 al grupo de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), de los cuales 97 pacientes en el grupo de ventilación no invasiva y 107 en el grupo CPAP se incluyeron finalmente en el análisis de los investigadores.

La mediana de seguimiento de los pacientes fue de 5,44 años para todos ellos; 5,37 años en el grupo de CPAP; y 5,55 en el grupo de ventilación no invasiva. El promedio de días de hospitalización por paciente y año fue de 1,63 días en el grupo de CPAP y de 1,44 días en el de ventilación no invasiva. Asimismo, el número de hospitalizaciones, visitas a urgencias, ingresos en UCI, eventos cardiovasculares y mortalidad fueron similares en ambos grupos.

“Estos resultados implican que en los pacientes estables con síndrome de hipoventilación obesidad y apnea obstructiva del sueño grave, la ventilación no invasiva y la CPAP tienen una similar efectividad a largo plazo. Además, dado que CPAP tiene menor complejidad y costes asociados (alrededor de 1.000 euros por paciente y año), la presión positiva continua en la vía aérea podría ser la modalidad de tratamiento de elección en primera línea, hasta que haya más estudios disponibles”, ha destacado Masa de las conclusiones del nuevo estudio

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