La definición de contaminación va más allá de la presencia de partículas y compuestos químicos en el aire. Esta incluye otras formas de energía, como puede ser el ruido ambiental. Recientemente se ha demostrado que el ruido ambiental está relacionado con el incremento de la morbimortalidad de la salud respiratoria. El nivel de ruido diurno se asocia con un incremento significativo de la mortalidad cardiovascular y respiratoria. “El incremento de un decibelio en el nivel de ruido ambiental diurno puede incrementar un seis por ciento la mortalidad por causas respiratorias, siendo especialmente vulnerables las personas de edad avanzada”, asegura Francisco Javier González Barcala, neumólogo y miembro del Área de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). “En un estudio realizado sobre la población de Madrid, se observó que el incremento en un decibelio del ruido ambiental se asociaba con un aumento del 6,5 por ciento de las muertes por causa respiratoria en mayores de 65 años”, añade.
Asimismo, estudios científicos sustentan la influencia de algunos contaminantes ambientales sobre la incidencia de tromboembolismo pulmonar (TEP). Concretamente, se ha demostrado el efecto adverso del incremento de los niveles ambientales de ozono y del dióxido de nitrógeno (NO2) en desarrollo de TEP. “Un estudio publicado recientemente en la revista European Journal of Internal Medicine demuestra que un incremento de 1ug/m3 de NO2 se asocia con un aumento del 10 por ciento en el riesgo de ingreso hospitalario por TEP. Asimismo, un aumento de 1ug/m3 de ozono se relaciona con un incremento del tres por ciento de riesgo de hospitalización por TEP”, afirma González Barcala.
La evolución desfavorable de los niveles de contaminación ambiental está relacionada en gran parte con el exceso de producción de CO2 procedente de los sistemas convencionales de producción de energía. “Dado el elevado impacto de los contaminantes ambientales en la salud humana, y que parece haber opciones de reducirlo utilizando fuentes alternativas de energía, es imprescindible intervenir para mejorar la salud de la población, con el consiguiente impacto favorable en la reducción del gasto sanitario”, concluye.
La contaminación medioambiental tiene una fuerte relación con el desarrollo de enfermedades respiratorias. Aun así, existe mucho camino a recorrer para lograr descifrar las causas de todos los efectos nocivos producidos por el deterioro del medio ambiente. En este sentido, los neumólogos aseguran que existen aspectos menos conocidos por la ciudadanía que albergan potenciales efectos nocivos para la salud respiratoria de la población.
Para desentrañarlos, en la 21ª Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas Separ 2016, celebrada recientemente, la mesa redonda ‘Aspectos desconocidos de la contaminación medio ambiental’ abordó algunos factores medio ambientales y sus efectos menos convencionales en la epidemiología de las enfermedades respiratorias. “Existen múltiples estudios que detallan, desde diferentes perspectivas clínicas, las consecuencias de la exposición a los distintos factores de contaminación medio ambiental. Estos nos permiten establecer líneas de prevención y mejora en ciertas patologías respiratorias”, explica González Barcala. “El objetivo principal de la sesión ha sido poner en relieve, mediante la evidencia científica existente, el fuerte impacto que tiene la contaminación ambiental en la salud respiratoria”, añade.
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