España sigue sin contar con un programa de
cribado poblacional establecido en cáncer de pulmón, y proyectos como
Cassandra buscan dar respuesta contra todas las enfermedades respiratorias ligadas al tabaquismo en todo el territorio nacional. En la
30ª Reunión de Invierno de Separ se han abordado, a raíz del proyecto español, las
mejores calculadoras de
riesgo en la selección de pacientes, permitiendo reducir las disparidades entre la población, y el
riesgo que tiene un
fumador pasivo de desarrollar un cáncer de pulmón.
Sonia Baeza, secretaria del Comité ejecutivo del Área de Oncología Torácica de Separ.
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Las
disparidades y factores de riesgo asociados al cáncer de pulmón son elementos que para
Sonia Baeza, secretaria del Comité ejecutivo del Área de Oncología Torácica de
Separ, deben tenerse en cuenta en las
calculadoras de riesgo en la selección de pacientes: “La
raza es un aspecto a tener en cuenta, ya que por ejemplo la negra tiene más posibilidades de sufrir cáncer en edad más temprana. Las
mujeres pueden realizar un cribado con una
carga tabáquica más baja. Por otra parte, tampoco se consideran los
factores medioambientales, como el tabaquismo pasivo o la polución medioambiental. Las
variables socioeconómicas son importantes, las personas con ingresos más bajos están expuestos a contaminantes. Finalmente, los
antecedentes en cáncer y
neumológicos son valores que la mayoría de las calculadoras de riesgo valoran”.
Un total de
cuatro calculadoras de riesgo son, para la especialista, las más reconocidas actualmente a la hora de abordar el cáncer de pulmón. “La
Bach Model valora la edad, el sexo y el tabaquismo, y ofrece la probabilidad a un año de permanecer libre de cáncer de pulmón, además de supervivencia. La segunda es
Lung Cancer Risk Assessment Tool, y los registros de valor que analiza son la educación, el sexo, la raza y los antecedentes familiares. La calculadora
Liverpool Lung Project únicamente identifica a sujetos que se podrían beneficiar del cribado en Inglaterra, por lo que es específica para esta población, e indica una incidencia de a cinco años. Finalmente, la que ha ofrecido más evidencia es la
PCLO, que analiza el nivel educacional, EPOC/efisema, la raza y el hábito tabáquico, además de que está validada en diferentes países.
El futuro que marcará las calculadoras de riesgo en cáncer de pulmón es su
asociación a biomarcadores para lograr más evidencia. “Un estudio publicado en enero de 2022 usó un panel de cuatro marcadores asociado a un modelo de riesgo PCLO. Los resultados demostraron una mejora significativa en la selección de los pacientes, aunque todavía faltan nuevos estudios”, concluye la neumóloga.
El cáncer de pulmón en no fumadores, una realidad
Juan Pablo de Torres, neumólogo de la
Clínica Universidad de Navarra, recuerda que España es uno de los países con mayor incidencia en cáncer de pulmón y analiza qué pasa con los no fumadores y el cáncer de pulmón: “Los
riesgos de cáncer en esta población son la
edad, la
historia familiar de cáncer de pulmón, la
historia personal de cáncer,
enfermedades respiratorias y un
bajo nivel socioeconómico. Actualmente se estudia en las mujeres la terapia de reemplazo hormonal, el uso de contraceptivos y el efecto de los embarazos”.
Juan Pablo de Torres, neumólogo de la Clínica Universidad de Navarra.
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El especialista analiza el
riesgo que tiene un fumador pasivo de desarrollar un cáncer de pulmón, y es “de un 1,26 por ciento. En las comunidades rurales de Europa, el uso de
combustibles sólidos en el interior de la vivienda tiene un riesgo del 1,22 por ciento. La exposición al
Radon aumenta un 2,42 por ciento, y los
metales pesados generan un riesgo del 1,4 por ciento.
Las principales conclusiones extraídas por De Torres son que “el cáncer de pulmón en no fumadores es una realidad que viene, se han diseñado estudios de riesgo en estas poblaciones, parece que
los programas de cribado son efectivos en ellos y tener un familiar de primer grado en cáncer de pulmón es un factor de riesgo importante”.
Cassandra, contra toda enfermedad respiratoria ligada a tabaquismo
El
proyecto Cassandra contra el cáncer de pulmón va avanzando paso a paso en España contra el cáncer de pulmón con criterios de inclusión y exclusión unificados, tal y como explica
Juan Carlos Trujillo, director de Proyectos Integrados de Investigación en Oncología Torácica de Separ: “No es un proyecto perfecto, aunque las
calculadoras de riesgo permitirán
cribar mejor a los sujetos con un potencial cáncer de pulmón, dejando a la población que no tiene este riesgo. Cassandra nos ayuda a iniciar una batalla contra un enemigo por ahora difícil de combatir”.
Juan Carlos Trujillo, director de Proyectos Integrados de Investigación en Oncología Torácica de Separ.
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El
eje central del proyecto no es el cribado en el cáncer de pulmón, sino en el paciente, promoviendo la salud respiratoria: “Se busca
cribar a toda la enfermedad respiratoria ligada al tabaquismo, y por ahora se realiza con al prueba que ha demostrado efectividad, como es un TAC de baja dosis más una espirometría”.
El especialista recuerda que la ministra de Sanidad,
Carolina Darias, realizó unas declaraciones para intentar
implementar el cribado de cáncer de pulmón en España, y con Cassandra lo que se pretende es “intentar
homogeneizar el cribado y evitar que sea oportunista, que sabemos que existe".
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