La
sanidad española está
manejando de forma errónea el asma grave con un infradiagnóstico y sobrediagnóstico de la patología, derivado principalmente por una
falta de formación y coordinación entre los profesionales sanitarios involucrados en su atención. Por ello, neumólogos y alergólogos reclaman a Sanidad la creación de un
Plan Nacional que implemente de
forma obligatoria el protocolo clínico a seguir ya detallados en los documentos científicos existentes.
“Un Plan Nacional sería deseable para permitir qu
e todos los pacientes tengan las mismas oportunidades porque hay
diferencias en la atención y el acceso a fármacos”, reivindica Marina Blanco, coordinadora del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Una demanda que también realiza Ignacio Dávila, miembro del Instituto Nacional de Asma Grave y presidente electo de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (Seaic):
“Es necesario y debemos crearlo basándonos en las guías que ya tenemos y profundizando en aspectos concretos, sobre todo, en aspectos formativos y diagnóstico precoz. En otros países
ya se han demostrado su beneficio en el paciente y la reducción de la enfermedad”.
La evidencia científica para el asma grave ya está desarrollada
Este Plan Nacional representa el siguiente paso para mejorar el manejo de esta patología, ya que, según asegura Blanco, por la parte que les toca a l
os profesionales no tienen "nada más que hacer". “Los documentos existen, pero si no se leen ni se aplican los pacientes no se benefician de ellos.
El Sistema Nacional de Salud es quien debe implementarlas. Las indicaciones tienen que formar parte de las exigencias en la práctica clínica que se imponen a los profesionales. Así,
todos tendrían que aplicarlas y se eliminaría la variabilidad entre profesionales”, reivindica la neumóloga.
"Las indicaciones tienen que formar parte de las exigencias en la práctica clínica que se imponen a los profesionales. Así, todos tendrían que aplicarlas"
|
En concreto, según detalla Blanco, hay hasta
cinco documentos elaborados en España y publicados en revistas científicas: “Tenemos la
Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA), donde intervienen todos los profesionales de especialidades que tienen algo que opinar en el manejo de esta patología compleja y que es la más consultada en los países iberoamericanos. Además, hemos realizado un
consenso sobre asma grave entre los profesionales implicados en el manejo de la enfermedad y que se actualiza cada dos años. También hemos estipulado los criterios de derivación a especializada y viceversa. En concreto, hemos publicado en revistas científicas los
documentos de derivación desde Atención Primaria, desde Urgencias y desde Pediatría”, detalla la neumóloga.
Según aseguran ambos expertos, ya se han producido los
primeros contactos con Sanidad para abordar la creación de dicho plan. Sin embargo, las circunstancias (Primero la pandemia y ahora la guerra de Ucrania) han impedido avanzar en la realización de dicha estrategia.
“Es algo que está ahí y por lo que queremos pelar, pero ahora no es el momento.
Esperaremos que la guerra se calme y lo volveremos a intentar”, asegura Blanco. Y es que, según asegura Dávila, el frente del asma grave se debe abrir en breve. “Lo ideal es que
este año nos sentáramos a hablar con la Administración. Se está profundizando entre Separ y Seaic, pero debemos involucrar más al resto de sociedades y a la Administración”, señala el alergólogo.
¿Cuáles son los problemas en el diagnóstico del asma grave?
El asma grave en España se enfrenta a un
problema de infradiagnóstico y sobrediagnóstico. “Hay muchos pacientes asmáticos que no están diagnosticados y al revés, muchos que lo están y no lo son. Esto es porque no se realizan las pruebas objetivas para hacer un diagnóstico. Hay una carencia en el manejo de la patología”, señala Blanco. Para Dávila tanto el infradiagnóstico como el sobrediagnóstico – que está fijado entre un 10 y 30 por ciento- se da porque
la enfermedad no es fácil de diagnosticar y se puede confundir con otras entidades.
Una cuestión que se podría solventar con
mayor formación sanitaria. “Con la guía GEMA se ha avanzado mucho con su concienciación y manejo, pero aun así tendríamos que incrementar la formación de todos los estamentos, de médicos de Primaria y de Especializada, de Farmacia Hospitalaria y Enfermería especializada, que son los que realizan pruebas y cuestionarios específicos.
Hay que buscar una integración que todavía no tenemos”, reivindica el alergólogo.
Para Dávila hay un claro déficit de formación
: “No todos los sanitarios están bien formados en esto, hay estudios que indican que solo el 14 por ciento de facultativos que prescribe un inhalador conoce su manejo correcto”.
"El asma grave es una enfermedad que está mal controlada, hay muchos estudios que lo evidencian"
|
Déficit en el manejo del asma grave
Otra de las carencias que señalan desde Neumología es su deficiente control. “El asma grave
es una enfermedad que está mal controlada, hay muchos estudios que lo evidencian. El objetivo es que los pacientes no tengan síntomas ni limitación de su actividad por la enfermedad o tengan que ir a urgencias o ingresar en el hospital por crisis de asma. Todo esto conlleva una mala calidad de vida e incluso a veces pone en peligro su vida”, explica Blanco.
En este sentido, desde Separ resaltan la importancia de tener una
buena coordinación entre niveles asistenciales. “Los pacientes con asma acuden a Atención Primaria, que en algunas ocasiones resuelve el problema y otras veces no
. Hay que hacer una buena derivación cuando no se puede controlar al paciente o hacer un buen diagnóstico y el nivel especializado hará las pruebas necesarias y adaptará los tratamientos”, reivindica Blanco, quien también recuerda que desde Urgencias ocurre lo mismo. “Hay pacientes que van sistemáticamente con crisis de asma, pero no son derivados a un especialista para que intente investigar qué sucede con ese paciente e identificar sus agravantes o desecantes del asma. Por definición, si acude a Urgencias es porque algo falla y hay que mejorarlo”.
Unidades específicas de asma grave multidisciplinares
Para la neumóloga, las unidades específicas son las que tienen tiempo a pararse con el paciente, hacerle los pasos secuenciales que aseguren el diagnóstico correcto y buscarle un tratamiento individualizado más adecuado. “Un claro ejemplo son los
fármacos biológicos destinados para Asma grave, que se administran en la unidad de asma y han supuesto un cambio rotundo para los pacientes. Sin embargo, para llegar a eso hay que darle la oportunidad al paciente de que tengan acceso a ellas y eso requiere que
todos los niveles asistenciales conozcan estos fármacos y estas unidades de asma donde se administran. La coordinación entre niveles asistenciales es fundamental”, reivindica Blanco.
Por su parte, desde Alergología reconocen este déficit, pero recuerdan que se ha reducido en los últimos años. “La atención sanitaria ha mejorado mucho en los últimos cinco años con la creación de unidades específicas. En muchas áreas sanitarias hay unidades acreditadas por la Seaic o por Separ, donde se está empezando a dar una
atención individualizada y multidisciplinar. Sin embargo, aún hay un porcentaje muy alto de pacientes que no se está atendiendo de modo tan especializado o que ni siquiera tienen acceso a estas unidades. Se está avanzado en ello, pero todavía queda
un déficit importante en la atención del asma grave”, asegura Dávila.
Para el experto debería haber por lo menos
una unidad especializada en asma grave por área sanitaria. “Estas unidades suelen estar integradas y en ella hay neumólogos, alergólogos, otorrinos y farmacéuticos. También hay apoyo en casos concretos de Psicología y Logopedia”, detalla el alergólogo.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.