Carlos A. Jiménez Ruiz, José Ignacio de Granda Orive, Marcos García, Segismundo Solano Reina y Cristina Villar Laguna.Con los tratamientos actuales, los neumólogos consiguen que el 45 por ciento de los
fumadores que se someten a ellos
abandonen el hábito del tabaco. Esta es una de las principales conclusiones de la mesa dedicada al tabaco en el
XXIII Congreso de Neumomadrid, que se ha celebrado el 11, 12 y 13 de abril.
Tal y como explica
Segismundo Solano Reina, coordinador de la Unidad de Tabaquismo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y uno de los moderadores de esta formación, “el tabaquismo es una
enfermedad crónica compleja en la que intervienen factores ambientales, psico-sociales, químicos y genéticos”. De hecho, según se ha demostrado en un gran número de estudios, los factores genéticos contribuyen aproximadamente entre un 40 y un 75 por ciento en la variación en e
l inicio del consumo de este producto; entre un 70-80 por ciento en el
mantenimiento de este hábito; en un 50 por ciento en el éxito del
tratamiento de deshabituación y entre un 30-50 por ciento en el riesgo de padecer
patologías derivadas.
“En un futuro, el uso de
marcadores genéticos se podría emplear en las intervenciones para el abandono del tabaco, a fin de
mejorar las tasas de abstinencia, y siempre como un instrumento complementario en la práctica clínica asistencial”.
Descifrando la no adherencia al tratamiento del tabaquismo
Otra de las cuestiones que los neumólogos han abordado en esta mesa ha sido qué influye en la
no adherencia al tratamiento del tabaquismo. Tal y como explica el coordinador de la Unidad de Tabaquismo del Gregorio Marañón, esta no adherencia puede evidenciarse de diversas formas: bien por la
no asistencia del paciente a los controles de seguimiento, por la no observancia de las pautas indicadas en el contexto del tratamiento cognitivo-conductual o por errores e incumplimientos en la toma de esta terapia farmacológica.
Los factores genéticos influyen entre un 40-75% en la variación del inicio del tabaco
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Y en todas estas razones intervienen, según Solano Reina, motivos que dependen
exclusivamente del
propio paciente (como la percepción del problema, el esfuerzo percibido de dejar de fumar o el contexto personal); de la
relación con el profesional sanitario (influyen la actitud activa del paciente, el manejo de las expectativas y la comunicación entre ambos); así como del
sistema sanitario y su
organización (accesibilidad, abordaje, existencia de planes de formación específicos, etc.).
“Una baja o nula adherencia a los tratamientos contra el tabaco genera, a nivel personal, un
mayor número de recaídas en el paciente, y a nivel económico, contribuye a que la
intervención sea menos coste-efectiva”, incide el experto.
IQOS: características y seguridad
La mesa sobre tabaco del XXIII Congreso de Neumomadrid también ha incluido una formación sobre IQOS, un nuevo producto basado en el
calentamiento del tabaco (en lugar de la combustión) y que se está popularizando entre los consumidores porque, supuestamente, contiene un menor número de sustancias tóxicas que los cigarrillos normales.
Ante esta nueva tendencia,
Separ, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, a través de su presidente electo,
Carlos A. Jiménez Ruiz, ha explicado en esta mesa el posicionamiento que tiene su entidad ante este tipo de productos, así como una serie de consejos para los profesionales sanitarios. En concreto, Separ ha manifestado que la cantidad de nicotina que se obtiene con el consumo de IQOS “es similar a la que se obtiene con el consumo de los cigarrillos normales” y que su utilización es igual de adictiva.
Por otro lado, la sociedad reconoce que tanto la cantidad de
nitrosaminas específicas del tabaco como de
componentes orgánicos volátiles detectadas en el humo que libera el
IQOS son inferiores a las encontradas en los cigarrillos normales, pero eso no influye para que esas cantidades no sean de por sí suficientes para causar
toxicidad en el organismo de los fumadores.
Lo mismo ocurre con la cantidad de
hidrocarburos aromáticos policíclicos, con la peculiaridad también de que uno de los componentes de estos hidrocarburos (el acenafteno) se encontró en el humo del IQOS “en una concentración sensiblemente superior –más del doble– a la encontrada en el humo de los cigarrillos normales”, expone el presidente electo de esta sociedad científica.
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