El uso combinado de un tipo de
endoscopia respiratoria llamado
ecobroncoscopia (EBUS por sus siglas en inglés) y
ecoendoscopia esofágica (EUS) mejora el diagnóstico y el estudio de la extensión
(estadificación) del cáncer de pulmón, al permitir acceder a la mayoría de regiones ganglionares del tórax para estudiarlas. Estas exploraciones son más sensibles a la detección de metástasis en los ganglios respecto al uso de solo una de estas exploraciones, el EBUS, o incluso la
mediastinoscopia, un procedimiento convencional, previo a la irrupción de la ecobroncoscopia, que analiza, en el quirófano, la diseminación tumoral a los ganglios del tórax. La precisión en la estadificación es fundamental porque influye en el pronóstico y en la supervivencia de los pacientes afectos por el cáncer de pulmón.
Estos avances se abordarán durante la
24 Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas Separ 2018 que organiza la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y que tendrá lugar en el Palacio de Congresos de
Salamanca los próximos días 2 y 3 de febrero, prácticamente coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el 4 de febrero.
En esta nueva Reunión de Invierno de Separ, el Área de Oncología Torácica, el Área de Cirugía Torácica y el Área de Técnicas y Trasplantes han organizado una sesión dedicada a la estadificación y tratamiento del cáncer pulmonar bajo el título “Retos y controversias en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón”, que a su vez incluye la ponencia “Retos en la estadificación del cáncer de pulmón mediante EBUS”, a cargo de
Rosa Cordovilla, neumóloga, miembro de Separ y responsable de la Unidad de Broncoscopias y Neumología Intervencionista del Hospital Universitario de Salamanca.
Tratamientos individualizados
La medicina personalizada es hoy clave para decidir el
tratamiento óptimo para un paciente con cáncer de pulmón, es decir, el mejor tratamiento para cada tipo de tumor y para cada paciente. Para ello, es fundamental estudiar bien el grado de extensión del cáncer de pulmón, lo que se conoce como estadificación, a fin de determinar, por ejemplo,
si un cáncer pulmonar es operable mediante resección quirúrgica o primero hay que tratar las metástasis.
“Para el diagnóstico de este cáncer se precisa
que la toma de muestras sea suficiente a fin de poder diagnosticar de qué tipo de cáncer se trata. Además, es preciso conocer el grado de extensión del tumor o estadio para conocer el pronóstico de la enfermedad y poder decidir el mejor tratamiento”, detalla Cordovilla.
La medicina de precisión es clave para decidir el tratamiento óptimo para un paciente con cáncer de pulmón
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Una de las pruebas que se emplean para esta evaluación es la ecobroncoscopia o EBUS, una endoscopia respiratoria de última generación que se realiza con un tubo flexible, de fibra de vidrio, provisto de una cámara en el extremo distal y que permite visualizar el árbol bronquial.
Además, incorpora un ecógrafo que permite realizar una ecografía tanto de los bronquios como de las regiones cercanas a estos y, en caso de ser necesario, efectuar una punción directa a la par que se observan las estructuras anatómicas para tomar muestras.
Ahora bien, no se puede acceder a determinadas regiones ganglionares a través de los bronquios, pero sí del esófago, por lo que al combinar la técnica EBUS, que accede a la zona a estudiar por vía respiratoria, con la ecoendoscopia esofágica EUS, por vía digestiva, en un mismo procedimiento aún se puede mejorar más la estadificación de un tumor pulmonar.
“Combinar ambas exploraciones, una por vía respiratoria y otra por vía digestiva, nos permite obtener un resultado más fiable del grado de extensión del tumor y esto tiene su trascendencia, porque si no aplicáramos ambas técnicas se quedaría una región sin estudiar donde, precisamente, podría encontrarse la metástasis y, por lo tanto, el paciente podría ir a quirófano, cuando no procedería en su caso. Podemos afirmar que las imágenes del EBUS y EUS son útiles para la toma de decisiones clínicas”, explica la Dra. Cordovilla.
Impacto de la estadificación adecuada
La sospecha de cáncer en un paciente requiere de un
manejo inicial rápido. El diagnóstico y la estadificación del tumor deben realizarse cuanto antes y de forma concomitante, eficiente y accesible, evitando procedimientos adicionales y tomando muestras de tejido (biopsias) donde la estadificación del tumor indique que la enfermedad se halla más avanzada.
Los retrasos diagnósticos o la obtención de resultados negativos conllevan un
retraso en la instauración del tratamiento. Así, cuando el retraso es de cuatro semanas se ha visto que aparecen metástasis a distancia mediante las pruebas de imagen de Tomografía Computerizada (TC) y Tomografía de Emisión de Positrones (PET-TC) en el 3 por ciento de los pacientes, por lo que debe considerarse una nueva estadificación en pacientes con un retraso diagnóstico de entre cuatro y ocho semanas. De ahí la importancia de una estadificación adecuada, ya que puede influir tanto en el pronóstico como en la supervencia de los pacientes.
Cuando no hay metástasis a distancia, se debe comprobar si el cáncer de pulmón se ha diseminado y afectado a los ganglios del mediastino, es decir, el espacio anatómico que se halla entre ambos pulmones dentro de la cavidad torácica. Previamente a la irrupción de la ecobroncoscopia o EBUS, esta estadificación se hacía en el quirófano mediante un mediastinoscopia.
Actualmente, el uso combinado de EBUS y EUS se ha convertido en el procedimiento de elección (el aplicado de entrada) en la estadificación del cáncer de pulmón en 20 hospitales españoles, como el Hospital Universitario de Salamanca, gracias a la estrecha colaboración de los Servicios de Neumología y Digestivo del hospital.
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