La Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid) ha emitido su posicionamiento y recomendaciones sobre
salud respiratoria 2021. En este documento declara la emergencia climática y reconoce que el cambio climático es una amenaza para la salud poblacional y que afectará de manera relevante a los pacientes con
enfermedades respiratorias crónicas. Asimismo, publica
nueve recomendaciones de uso de
inhaladores para la mejora del cambio climático.
Neumomadrid explica que ha elaborado este documento para contribuir a concienciar a la sociedad general y al personal sanitario de la importancia de
contribuir a luchar contra el cambio climático. Para ello, recoge indicadores de medida que puedan servir para conocer el grado de compromiso con el cambio climático y llevar a cabo
nuevas acciones de mejora.
Estos problemas son comunes a la mayoría de los fármacos y la cadena de suministro suele ser la que produce mayor
huella de carbono de todo el proceso de producción. Sin embargo, en el caso de los inhaladores, "el principal impacto sobre la huella de carbono corresponde a un único componente que ni siquiera forma parte del principio activo: el propelente de los
sistemas pMDI, los gases HFC13".
"Este impacto es incluso mucho mayor que la huella de carbono que produce un nebulizador eléctrico durante su vida útil. Por tanto, es fundamental intentar minimizar
el uso de inhaladores pMDI a favor de los sistemas que no usen gases con efecto invernadero como los sistemas
DPI y SMI, con la dosis óptima que evite sobreuso de medicación de rescate, con el menor número de dispositivos y con el uso de inhaladores con contadores de dosis y recargables".
---
Consulte aquí el documento ---
En definitiva, los neumólogos apuestan por optimizar el tratamiento habitual del paciente, potenciar el autocuidado y
priorizar dispositivos DPI y SMI.
Las recomendaciones sobre inhaladores
-
Prescribir un inhalador DPI o SMI cuando se inicie un nuevo tratamiento, siempre que esté indicado, con el menor número de inhalaciones posibles al día.
-
Dar prioridad al cambio a un inhalador DPI o SMI cuando los pacientes utilizan varias clases de inhaladores y se identifica una técnica de inhalación deficiente con un dispositivo, siempre que el paciente pueda utilizarlo de forma eficaz. De manera similar, los inhaladores futuros y adicionales idealmente también serían DPI o SMI.
-
En caso de utilizar inhaladores pMDI, indicar fármacos y pautas que minimicen la cantidad de propelente para dosis equivalentes.
-
Optimizar la técnica de inhalación en cada revisión periódica para mejorar la administración del fármaco y su depósito pulmonar.
-
Hacer un uso óptimo de los espaciadores para aumentar la eficacia clínica de los pMDI cuando se utilicen.
-
Mejorar el control de la enfermedad y reducir el uso de inhaladores de rescate, fomentando el tratamiento preventivo y ayudando a los pacientes a comprender su enfermedad y cómo funcionan sus fármacos.
-
Enseñar a los pacientes cómo reconocer correctamente cuándo los inhaladores están vacíos y fomentar un uso más amplio de contadores de dosis y dispositivos recargables.
-
Optimizar el consumo de los inhaladores prescritos a los pacientes y reducir el acopio de los mismos.
-
Difundir la información sobre la reutilización y cambio del dispositivo del tratamiento inhalador y alentar a los pacientes a preguntar a sus farmacéuticos sobre la eliminación segura del inhalador.
"Los profesionales que trabajan en la
medicina respiratoria tienen un papel importante en esta lucha, mediante el desarrollo de prácticas sostenibles e innovadoras, y brindando beneficios en la salud para las
generaciones presentes y futuras", apunta Neumomadrid.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.