La aparición de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (
EPOC) se asocia a la colonización del árbol bronquial por microorganismos potencialmente patógenos desde los primeros estadios de esta dolencia respiratoria, pero recientemente se ha constatado que su progresión y las exacerbaciones se asocian a una pérdida de la diversidad de la flora bacteriana (microbioma) en el árbol broncopulmonar, así como a la colonización por microorganismos patógenos.
Estos hallazgos se han recogido en un editorial sobre la EPOC y el microbioma publicado en
Archivos de Bronconeumología, la revista científica de
Separ (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) firmado por
Eduard Monsó, neumólogo del Servicio de Neumología del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), y miembro de Separ.
Monsó igualmente ha firmado una
revisión sobre el tema publicada recientemente en
Annals of Translational Medicine y lo ha presentado en el marco de las Reuniones de Invierno de Separ.
El reciente uso de técnicas microbiológicas independientes de cultivo ha confirmado que el árbol broncopulmonar aloja una gran cantidad de microorganismos, conocido como microbioma, compuesto por bacterias, virus y hongos. Sin embargo, solo un uno por ciento de este conjunto crece en cultivo.
El microbioma en la EPOC
Los estudios que han examinado el microbioma broncopulmonar en pacientes con EPOC estable han observado diferencias claras respecto a la flora propia de las personas sanas. “La colonización bronquial por microorganismos potencialmente patógenos ha sido bien establecida por cultivo en la EPOC, y la aparición de lo
s síntomas respiratorios en la exacerbación se ha relacionado principalmente con la incorporación de
nuevas cepas a esta flora”, explica Monsó.
El desarrollo de la EPOC se asocia a la colonización del árbol branquial por microorganismos potencialmente patógenos
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Así, en la EPOC son más comunes bacterias de los grupos filogénicos
Proteobacteria,
Bacteroidetes,
Acinetobacteria y
Firmicutes, con
Pseudomonas,
Streptococcus,
Prevotella y
Haemophilus como géneros frecuentes en estos pacientes. Esta
predominancia se ha objetivado tanto en muestras de
mucosa bronquial como de
lavado broncoalveolar o de
cepillo protegido, y también se han obtenido resultados similares en esputo.
El desarrollo de la EPOC se asocia a la colonización del árbol bronquial por microorganismos potencialmente
patógenos desde los
primeros estadios de esta patología. Estos microorganismos se pueden encontrar fácilmente en los cultivos de las muestras de esputos de los pacientes.
Identificación de géneros de bacterias
El estudio del microbioma en secreciones respiratorias durante las exacerbaciones o agudizaciones de la enfermedad ha permitido identificar géneros de bacterias que aumentan en su abundancia relativa, distintos de la flora colonizadora, que no se modifica respecto a la enfermedad estable.
Las
técnicas de microbiología convencional a menudo no son capaces de identificar este incremento de la abundancia relativa de la bacteria causal de la exacerbación, y solo pueden recuperar en algunos casos microorganismos
sin cambios en su abundancia relativa, ya presentes en la enfermedad estable. Entre estos microorganismos figuran algunos potencialmente patógenos como
Pseudomonas aeruginosa.
“Así, el examen del microbioma respiratorio confirma que en una parte de las exacerbaciones el aumento en un patógeno bacteriano pasa desapercibido para la microbiología convencional, por sus limitaciones de sensibilidad, mientras que el cultivo identifica microorganismos que en realidad son únicamente colonizantes, lo que puede dar una información equívoca para el clínico”, según la valoración de Monsó.
La implicación del microbioma en la patogenia de las enfermedades respiratorias crónicas es aún desconocida
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Estos cambios en la composición bacteriana del microbioma respiratorio durante la exacerbación se ven facilitados por dos factores. Por un lado, por las
infecciones virales, ya que en las semanas inmediatas a un resfriado común la abundancia relativa de
Proteobacteria aumenta. Y, por otro, por los tratamientos antibióticos de la exacerbación de la EPOC, que reducen temporalmente la abundancia de ese grupo de microorganismos.
Implicaciones de futuro
La composición de la flora respiratoria se empieza a conocer mejor, pero la
implicación del microbioma en la patogenia de las enfermedades respiratorias crónicas es aún
desconocida. La microbiología convencional basada en el cultivo tiene sus
limitaciones, en especial para el estudio de la interacción de los microorganismos patógenos con los no patógenos.
No obstante, explican que es claro que la
pérdida de diversidad bacteriana se asocia a una mayor gravedad en la mayoría de estas enfermedades y es muy posible que este cambio en la composición del microbioma sea uno de los factores que influye en su progresión, como se ha demostrado en otra enfermedad respiratoria, la fibrosis pulmonar idiopática.
En cuanto a las implicaciones de este estudio de cara al futuro, Monsó señala que “el
análisis del ADN bacteriano y la
metagenómica, técnicas de reciente implementación, serán capaces de proporcionar información funcional del microbioma respiratorio, de detallar interacciones entre virus, hongos y bacterias, y, potencialmente, de facilitar el diseño de estudios de intervención dirigidos a conservar la flora microbiana que actúa como protectora y facilita la funcionalidad del sistema respiratorio, frente a los patógenos respiratorios que la sustituyen progresivamente cuando se desarrolla EPOC o fibrosis pulmonar idiopática”.
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