Desde hace décadas, la única herramienta contra la
neumonía ha sido el
antibiótico. Sin embargo, los especialistas en
Neumología trabajan en la actualidad en nuevas armas contra esta dura enfermedad, siendo la más novedosa la
inmunoterapia.
Sobre ella ha hablado en la reunión de invierno de la Sociedad Española de Neumología y Cirujía Torácica (Separ)
Raúl Méndez, neumólogo del
Hospital La Fe de Valencia. "Es muy probable que de aquí a 10-20 años el tratamiento de la neumonía se modifique, que tengamos
tratamientos con inmunoterapia que mejoren la respuesta inmune del huésped. No solo vamos a mejorar la supervivencia, sino las consecuencias a largo plazo. Sabemos que
la neumonía provoca daño cardiovascular y deterioro cognitivo que se mantiene años después. Con estos tratamientos adyuvantes mejoraremos esta
comorbilidad a largo plazo".
"De aquí a 10-20 años, el tratamiento de la neumonía se habrá modificado"
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La base de esta nueva terapia está en la
inmunocaracterización en neumonía: "Se basa en analizar la respuesta inmune del huésped frente a la infección. Los trabajos enfocan este tema desde diferentes perspectivas como la expresión génica. Mediante el
análisis del transcriptoma sabemos que ciertos pacientes con una firma genética determinada tienen peor pronóstico para la infección y otros con una
firma genética diferente responden mejor".
No obstante esta sería solo "una de las formas de inmunocaracterizar al paciente, existen otras formas más sencillas y accesibles para todos los sanitarios, como el
análisis de un simple hemograma donde podemos tener el recuento total de linfocitos o neutrófilos. Hay estudios que muestran que un recuento bajo de linfocitos conlleva un peor pronóstico en pacientes con neumonía adquirida".
"Los
linfocitos se dividen en varias series celulares (CD4, CD8, natural killer, linfocitos B…). Sabemos que los linfocitos que más caen en aquellos pacientes con mal pronóstico en neumonía son los cd4. Los pacientes que tienen linfocitos bajos, además de presentar mayor mortalidad tienen una mayor respuesta inflamatoria y menores niveles de inmunoglobulinas", afirma.
Según Méndez, inmunocaracterizar este tipo de pacientes nos va a permitir, "más allá de mejorar la predicción del pronóstico de los pacientes, implementar en el futuro tratamientos coadyuvantes a los antibióticos. Durante décadas, el único tratamiento indicado en las guías clínicas para la neumonía son los antibióticos y las medidas de soporte. En otras
enfermedades como el asma hace años que dieron el salto a los biológicos, en el cáncer con la inmunoterapia, mientras que en la neumonía seguimos igual que décadas atrás".
Por el momento, "hay estudios en modelos animales y algún ensayo clínico en pacientes que demuestran que tratamientos con inmunoterapia (TD1, estatinas, interleuqina 7…) mejoran el pronóstico".
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