Otra de las mesas que ha presentado la
2ª Reunión Virtual de las Áreas Separ ha sido
‘La contaminación ambiental y salud respiratoria’. En este contexto,
Alberto Ruano Raviña, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela, ha conversado sobre la importancia del
radón como carcinógeno ambiental, mientras que
Mario Rodríguez Vargas, director asociado de Transición Justa y Alianzas Globales en la Fundación Ecología y Desarrollo (
Ecodes), ha hablado sobre el impacto de las zonas de
reducción de emisiones en la contaminación.
En el primer turno de palabra lo ha tenido
Ruano, quien ha hecho un repaso sobre la
epidemiología del cáncer al pulmón en España en hombres y mujeres en donde ha señalado que en el año 2020
se registraron 30 mil casos nuevos.
En este contexto, el experto ha dividido a los
factores de riesgo del cáncer al pulmón en dos grupos:
factores intrínsecos (no modificables), en los cuales están el sexo, edad, susceptibilidad genética, antecedentes familiares de cáncer y enfermedades respiratorias previas; y
factores extrínsecos (modificables o prevenibles), en ellas se encuentra el tabaco, la ocupación y ciertas actividades de tiempo libre, dieta, contaminación y
exposición a radón residencial.
Exposición al radón residencial
El especialista ha explicado que el
radón es un gas noble, incoloro, inodoro e insípido, de origen natural. Procede de la descomposición del Uranio 238 y sus descendientes de vida media corta emiten partículas alfa radioactivas.
“El radón es la fuente más importante de
radiación natural. Más de la mitad de la radiación que recibirá un ser humano a lo largo de su vida proviene de él. Tiende a acumularse en el interior de las edificaciones, a nivel del subsuelo”, ha argumentado Ruano.
Peligro del radón
El experto ha explicado que el radón residencial fue declarado
carcinógeno humano por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en 1987 y por la IARC en 1988.
La OMS recomienda no superar los 100 Bq/m³, “los sujetos que en su domicilios tienen concentraciones de 300 Bq/m³, desarrollan una mayor
probabilidad de muerte al cabo de 3 y 5 años tras ser diagnosticados” ha asegurado.
Transformación en la movilidad
Por su parte, Rodríguez ha hablado sobre las
zonas de bajas emisiones. En este escenario el representante de Ecodes ha explicado la necesidad de hacer una “
transformación” en la movilidad basado en los puntos más importantes sobre la emergencia climática, los efectos de los
contaminantes en la salud de las personas, la peligrosidad vial y la ocupación del espacio público.
Propuesta de España para aplicación de bajas emisiones
En este contexto, el experto ha explicado el
marco estratégico regulatorio que ha propuesto España para la aplicación de las bajas emisiones con la ‘Ley de Cambio Climático y Transición Energética’; el ‘Plan Nacional Integrado de Energía y Clima; la ‘Estrategia de Movilidad Segura Conectada y Sostenible 2030; la ‘Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050; y la ‘Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte’.
Rodríguez ha remarcado que las zonas de bajas emisiones “son una
herramienta que a corto plazo darán beneficios a la salud de la ciudadanía y son claves en la lucha contra la contaminación atmosférica”.
“Estas zonas se han hecho para atajar las casi
400.000 muertes prematuras al año que ocurren en Europa por contaminantes, pero para llevarlo a cabo hay que cambiar la mentalidad de los gobernantes para mejorar la calidad de vida de todos. Hay que apostar por las
zonas con cero emisiones”, ha concluído el representante de Ecodes.
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