Una de las áreas clínicas que más se ha desarrollado a raíz de la pandemia del Covid-19 son las
Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI), quienes lograron en muchos pacientes con covid grave detener su progresión y evitar su ingreso en UCI. Una de las profesionales que ha liderado y protagonizado desde dentro esta transformación ha sido la neumóloga Eva Prats, quien en la fase más aguda de la pandemia trabajó en la UCRI del Hospital de Emergencias Isabel Zendal, que por aquel entonces estaba centrado exclusivamente en atender pacientes covid.
Una vez pasado lo más duro de la pandemia y tras volver a su lugar de origen en el servicio de Neumología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, la neumóloga madrileña suma su visión al documento
Lecciones Covid-19, impulsado por
Redacción Médica, y donde los principales actores de todos los ámbitos analizan lo que ha supuesto esta pandemia que arrancó en marzo de 2020.
¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia tras dos años del primer caso del coronavirus Covid-19 detectado en España?
Me parece que habría sido más adecuado una gestión nacional y no 17 normativas distintas. Creo que los países que lo han gestionado de una forma nacional lo han hecho mejor. Es de locos tener un protocolo que cambia en cada provincia y que haya gente que se fuera a otra comunidad para esquivar alguna norma o intentar pasar desapercibidos pese a estar contagiados.
¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?
El punto más fuerte ha sido la sociedad española por la solidaridad que ha mostrado. Recuerdo en la primera la ola la cantidad de donaciones que nos hicieron ante la falta de material sanitario, adaptando mascarillas de buceo para simular un EPI o gente que tenía impresoras 3D y nos imprimía mamparas. También con los aplausos nos animaron mucho y, posteriormente, con la alta predisposición a vacunarse contra el covid.
"El punto más fuerte ha sido la sociedad española por la solidaridad que ha mostrado"
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Respecto al más débil, ha sido la falta de prevención. Al principio, vimos cómo el covid estaba en Italia y nosotros no cerramos los vuelos, ni pusimos ninguna medida de control, ni tampoco previmos compras de material sanitario. El otro punto débil es la gestión por comunidades autónomas sin un referente sanitario claro. Se han hecho muchas alusiones al comité de expertos, pero nadie sabía quiénes eran y si realmente lo hubo. Yo sé que se han ofrecido virólogos de prestigio internacional y ni les han contestado.
¿Queda España preparada para afrontar una nueva pandemia de cara al futuro?
Depende del tipo de virus que marque la próxima pandemia. Si es una pandemia respiratoria sí porque estamos más preparados. Contamos con mayor experiencia y equipos respiratorios que antes no teníamos.
¿Qué papel han jugado las UCRI en la pandemia?
Las UCRI han sido uno de los puntos clave para descender la mortalidad en los pacientes graves. La incidencia bajó un 70 por ciento y descendió muchísimo el paso a las UCI evitando una mayor comorbilidad, reduciendo la estancia media, evitando neuropatías o músculos debilitados… Además, se ha demostrado que las UCRI son más económicas para el SNS que derivar todos los pacientes a la UCI. Hemos visto que no tenía mucho sentido pasar de una planta de hospitalización a la UCI, era necesario un punto intermedio. En la primera ola aún no estaban disponibles, pero a partir de que se empezaron a implementar ayudaron mucho a frenar la progresión del paciente hospitalizado.
¿Cree usted que la sexta ola será la última ‘gran ola’ de la pandemia?
Los virus quieren crecer mucho y no matar a su huésped. En la comunidad científica ni siquiera estamos de acuerdo si un virus es un ser vivo o no porque necesita un huésped. Al final quienes prevalecen son las mutaciones que contagian más y matan menos. Por eso, espero que sea la última gran ola en función de la evolución, pero nada es seguro. Los microbiólogos son quienes nos pueden decir más sobre esto.
"A partir de que las UCRI empezaron a implementar ayudaron mucho a frenar la progresión del paciente covid hospitalizado"
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¿Es el momento de gripalizar el Covid-19? ¿Cómo debe ser el seguimiento de la enfermedad llegado ese punto?
Sí, pero con cautela y observando la experiencia de los países que ya lo están llevando a cabo. Hay muchas patologías que no se pueden dejar de lado y no se pueden demorar más sus tratamientos. Hay que madurar esta idea porque no podemos seguir solo centrados en covid.
El seguimiento debe ser llevado a cabo por profesionales de Atención Primaria, pero deberían reforzarles y no colapsarles más. También hay que dar un papel importante a la rehabilitación respiratoria porque hay pacientes que se han quedado con secuelas. Actualmente, hay unas listas de espera impresionantes para el fisioterapeuta respiratorio.
¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia de Covid-19?
Especialmente me deja aprendizaje humano. Yo estudié Medicina porque quería ayudar a la gente y la pandemia me ha dado la oportunidad de hacerlo. Ha sido cuando más he podido ayudar a la gente y me ha supuesto una satisfacción enorme a nivel humano poder estar ahí y salvar vidas. Nunca había sido tan clara la oportunidad de desarrollar tu vocación y la razón de ser de tu trabajo. Además, como médico y a nivel científico, ha sido todo un reto aprender a manejar los nuevos ventiladores y los antivirales que cambiaban cada poco tiempo.
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