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Voces sanitarias, condición 'sine qua non' de una buena salud en las aulas

El Ministerio de Sanidad y el de Educación han publicado una Guía para convertir a las escuelas en Promotoras de Salud

Fachada del Ministerio de Sanidad.

18 ene 2024. 13.50H
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La coordinación y el trabajo conjunto entre el sector educativo y sanitario se presenta como un factor clave para promover el desarrollo y la sostenibilidad en el tiempo de los planes de promoción de salud en las escuelas. Según recoge la Guía de Escuelas Promotoras de Salud, publicada en conjunto por el Ministerio de Sanidad y por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, esta cooperación es esencial a la hora de generar confianza entre los profesionales y los miembros de la comunidad educativa.

Este documento se presenta como una herramienta para facilitar que los centros educativos se transformen en Escuelas Promotoras de Salud (EPrS). Se trata de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, las EPrS están presentes bajo diferentes formas en las distintas comunidades autónomas, que han participado en la elaboración de esta guía de manera conjunta con los ministerios.

Una de las cuestiones imprescindibles para que una escuela se transforme en un EPrS, según el documento, es contar con un equipo de promoción de la salud en el centro educativo que incluya la participación del personal sanitario (en los centros que haya) junto con el alumnado, las familias, el equipo directivo, el profesorado, los equipos de psicopedagogía y otros agentes de la comunidad.

Las EPrS deben contar con un equipo multidisciplinar y con la participación de representantes de toda la comunidad educativa. En este sentido cogen especial relevancia los equipos de orientación y personal no docente, entre los que destacan los equipos sanitarios de Atención Primaria de la zona y, si hubiera, el personal sanitario del centro educativo.


Vínculo Escuela-Sanidad para la promoción de la salud sexual


Para que una escuela se convierta en una EPrS, el informe destaca que es necesario favorecer la relación entre la escuela y el ámbito sanitario para promover una salud sexual integral entre el alumnado. Entre los objetivos específicos se remarca facilitar el acceso del alumnado a los servicios de salud sexual y reproductiva, así como la importancia de colaborar con el centro de salud para implementar acciones y programas específicos de salud sexual en las actividades del centro educativo.

En concreto, entre las cuestiones a realizar señala la de contactar con el centro de salud de la zona y contar con recursos sanitarios como salud pública, el ayuntamiento, los centros jóvenes de salud sexual y los centros de infecciones de transmisión sexual, si los hubiera.


Recomendaciones sanitarias sobre almuerzos


Otro de los objetivos que persiguen estas escuelas, según se identifica, se centra en fomentar hábitos saludables que mejoren la situación nutricional del alumnado en el entorno escolar. Esto se consigue aplicando una política consensuada de alimentación que incluya desayunos, almuerzos, meriendas y celebraciones y que formará parte del Proyecto Educativo del Centro (PEC).

Para ello, se necesita redactar una serie de recomendaciones en conjunto con los agentes sanitarios, que sean consensuadas por el centro educativo. Deben recoger los principios relacionados con la alimentación saludable (calidad nutricional, productos de proximidad, sostenibilidad ambiental, optimización de las cantidades y aprovechamiento de excedentes o “sobras” para prevenir el desperdicio alimentario) y que estén accesibles y comprensibles para todo el alumnado.

Para su aplicación, los responsables en el centro educativo deben apoyar las medidas planteadas de forma explícita, mediante la aprobación por el consejo escolar y comisión, el desarrollo de las actividades a implementar. Junto a esto, se remarca una coordinación con los activos para la salud comunitaria y recursos comunitarios locales, así como la Implicación y participación de las familias.


Actuación contra el alcohol, el tabaco y las adicciones


La concienciación se presenta en el documento como un aspecto fundamental para que tanto el alumnado como a las familias y el personal del centro educativo persigan que las escuelas debe ser un espacio libre de humo, haciendo hincapié tanto en la importancia para la salud como para el medioambiente. En este sentido, los profesionales sanitarios juegan un papel clave a la hora de crear grupos de debate sobre temas relacionados con el tabaquismo, según se recoge en el texto. Estos se deben basar en soportes que sirvan para plantear cuestiones de diálogos y grupos en común.

Junto a esta medida, se destaca la importancia de trabajar conjuntamente en la creación de un entorno libre de alcohol para las personas menores de edad y la implantación de programas escolares de prevención de adicciones que sean basados en la evidencia científica que promueva la formación de los profesionales sanitarios y educativos implicados. 
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