El apretón de manos entre
Pedro Sánchez y
Yolanda Díaz que, en octubre, escenificó el acuerdo de
Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar, sirvió también para poner sobre la mesa una lista de promesas entre las que se hallaba la limitación, por ley, de los
tiempos de espera para acceder a la asistencia sanitaria, una iniciativa cuya consecución formal -que no efectiva- entra, cinco meses después, en su recta final. Fuentes del
Ministerio de Sanidad indican a
Redacción Médica que el departamento dirigido por Mónica García estudia actualmente cuál es “el mecanismo jurídico más efectivo” que permita “disponer de un nuevo marco legal, actualizado a la realidad del Sistema Nacional de Salud (
SNS)” y basado en sendos reales decretos de 2003 y 2011, que limite las
listas de espera sanitarias “con el mayor consenso de las partes implicadas y en el tiempo más breve posible”.
Aunque sin concretar plazos, la propia García avanzó la semana pasada, durante su comparecencia en la
primera Comisión de Sanidad del Senado de la legislatura, que Sanidad ya trabajaba en la actualización del “obsoleto” Real Decreto 605/2003, de 23 de mayo, por el que se establecen medidas para el
tratamiento homogéneo de la información sobre las listas de espera en el SNS. Tal y como ya ha recordado en diversas ocasiones este medio, esa normativa establece varios niveles de prioridad para asegurar un
acceso equitativo a consultas externas y a pruebas diagnósticas y terapéuticas teniendo en cuenta la mayor o menor premura con la que un paciente necesita esa asistencia.
El otro Real Decreto al que aluden ahora las citadas fuentes ministeriales es el 1039/2011, de 15 de julio, por el que se establecen los criterios marco para garantizar un
tiempo máximo de acceso a las prestaciones sanitarias del SNS y que fija en 180 días el tiempo máximo de acceso a
cirugías cardiacas valvulares, cirugías cardiacas coronarias e intervenciones de cataratas, prótesis de cadera y prótesis de rodilla. Se trata de un horizonte muy por encima de los 112 días de dilación media para ser llamado a quirófano reflejada en la última
actualización sobre listas de espera de Sanidad, con datos del pasado junio.
Por tipos de intervención, ninguno de los casos aludidos superaba tampoco en los datos recopilados por el Ministerio el límite marcado en el RD de 2011: la espera media para la cirugía cardiaca valvular era de 57 días, para los
by-pass coronarios, de 40 días; para las
cataratas, de 68 días; para las
prótesis de cadera, de 111 días; y para las
prótesis de rodilla, de 134 días.
En busca del consenso sanitario con las CCAA
En cualquier caso, y así lo dejó claro la ministra la semana pasada en la Cámara Alta, se trata de tiempos de demora “inaceptables” y “más allá de lo razonable” en el
acceso a la asistencia sanitaria. Lo que tampoco concretan por ahora desde Sanidad es cuál será el “mecanismo jurídico” específico por el que se optará para articular el “nuevo marco legal” al respecto.
Expertos en Derecho Constitucional consultados en su momento por
Redacción Médica ya explicaron que el Gobierno puede optar tanto por aprobar un nuevo RD que no venga sino a actualizar lo ya dispuesto en los dos anteriores de 2003 y 2011, como por
elaborar una norma virgen, tanto si se trata de un RD como de una ley.
El único problema al respecto sería el posible
choque con la legislación autonómica en el caso de los gobiernos regionales que ya cuenten con un
marco legal sobre listas de espera. De ahí que Sanidad remarque la necesidad de contar “con el mayor consenso de las partes implicadas”, también teniendo en cuenta el revuelo que causaron en su momento las intenciones del recién estrenado Ejecutivo entre algunas comunidades autónomas, que veían
una invasión de sus competencias en la regulación de los tiempos de espera en la sanidad.
Guía de buenas prácticas sobre listas de espera sanitarias
En su comparecencia en el Senado,
Mónica García también se comprometió a elaborar un
Libro blanco de buenas prácticas de gestión para “
estandarizar y optimizar las estrategias de reducción de listas de espera basándonos en las experiencias y en las evidencias científicas”. Desde el Ministerio concretan a este periódico que se está valorando cuál es la metodología más adecuada para ello "con la mayor celeridad que técnicamente sea posible”.
El objetivo es que la futura guía “permita implantar medidas sobre un amplio conjunto de factores y agentes implicados”. El documento incluirá “tanto acciones centradas en la reducción de listas de espera, a corto plazo, como en la gestión de las mismas a medio y largo plazo”.
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