El
Ministerio de Sanidad quiere recuperar las
inspecciones externas a la labor docente en la
Formación Sanitaria Especializada (FSE). Voces autorizadas de este departamento deslizan que el objetivo es velar por las condiciones laborales de los MIR, los EIR y el resto de residentes, así como por “todos los componentes” que atañen a su formación. La prioridad en el corto plazo es revisar los criterios de acreditación de las unidades docentes, pero las fuentes ministeriales consultadas por
Redacción Médica confirman su intención de restaurar estas auditorías una vez se consolide el nuevo modelo.
Han pasado nueve años desde que el Ministerio de Sanidad, entonces regentado por el Partido Popular,
suprimiera estas revisiones periódicas a las unidades docentes, orientadas a garantizar la calidad de la formación que reciben los futuros especialistas. El regreso de este servicio
se tanteó en pasadas legislaturas, pero nunca terminó de cristalizar.
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"La intención es analizar tanto las condiciones laborales de los residentes como todos los componentes de la formación", indican desde el Ministerio
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De hecho, el gabinete de
Carolina Darias llegó a fijar para el último tercio de 2022 un calendario para rescatar estas
revisiones externas y continuadas a los formadores de
MIR. “Hay mucho peso asistencial en los residentes y
poco esfuerzo, a veces, en los estatutarios”, advirtió públicamente el que fuera director de Ordenación Profesional,
Vicenç Martínez.
El testigo lo recoge ahora el ‘nuevo’ Ministerio de Sanidad de Mónica García. Desde el gabinete de la mandataria progresista confirman a este periódico su intención de trabajar para
“analizar todos los componentes de la formación” de los MIR y los EIR, además de sus condiciones laborales. Se trata de una idea aún primigenia, reconocen estas mismas fuentes, que apuntan a la existencia de otras prioridades en el corto plazo.
Calidad de la formación sanitaria en España
Hace solo unos días, tras su encuentro con los consejeros autonómicos en el marco del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), la ministra García ya detalló que el objetivo primordial es
revisar y flexibilizar los criterios de acreditación de unidades docentes. Las comunidades esperan poder de esta forma reforzar su oferta de plazas MIR, especialmente en Atención Primaria. “Más adelante nos pondremos manos a la obra”, indican.
La ministra incidió, precisamente, en la necesidad de que ante cualquier reforma que afecte a la tutoría de los MIR debe primar la
“calidad” de la docencia. “No vamos a entrar en un deterioro de las condiciones laborales ni la formación”, especificó García.
Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM),
Gabriel del Pozo abraza este posicionamiento: “Cualquier sistema debe mantener su calidad; y si hay que auditarlo para ello, perfecto”, indica a
Redacción Médica el secretario general de la organización de facultativos, quien subraya que este servicio de control solo tendrá utilidad si “corrige” de forma efectiva las vulneraciones que se detecten.
La falta de auditoría externa a docentes, a Europa
El regreso de las auditorías a la labor docente en la Formación Sanitaria Especializada constituye una antigua reivindicación tanto del sector de la Medicina como de buena parte del espectro político estatal, con
Podemos a la cabeza, que en 2023 (cuando aún era socio del
PSOE en el Gobierno central)
llevó esta demanda al Parlamento Europeo.
“La manera de evitar los
abusos a los MIR respecto a las guardias y horario laboral es que funcionen las auditorías docentes”, defendió en la Eurocámara la formación progresista, integrada en el grupo The Left.
La formación morada trasladó a Bruselas las demandas de los representantes MIR, que vienen denunciando la falta de “supervisión” de la atención docente. “Hay que hacer de la formación sanitaria especializada un sistema un poco
más justo, eficiente y digno para nuestros compañeros”, advirtieron.
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