Las
comunidades autónomas se han rebelado contra la instrucción de
José Miñones y no aplicarán la
vacuna española de Hipra a sus sanitarios en la campaña del Covid-19 de otoño. Aunque el ministro de Sanidad anunció públicamente en julio su apuesta por el fármaco nacional durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y sin haberlo negociado previamente en la Ponencia de Vacunas con las autonomías, los gobiernos territoriales han hecho caso omiso a su indicación y han preferido seguir con las
recomendaciones marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según ha podido saber
Redacción Médica, al menos seis regiones de diferentes signos políticos
(dos de las tres donde gobierna el PSOE) aplicarán otra de las vacunas autorizadas por los reguladores europeos; en concreto, de tipo monovalente (recomendado por la OMS) y no bivalente, como es el fármaco de Hipra.
José Manuel Miñones, ministro de Sanidad.
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El conflicto se remonta al pasado 4 de julio cuando el titular de la cartera compareció para explicar los
acuerdos del Consejo de Ministros en el que se declaró el final de la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus. El dirigente socialista anunció entonces que los profesionales de la salud serían
el primer grupo de población general que recibiría la nueva vacuna española, a pesar de que la decisión no se había consensuado en el seno de la
Comisión de Salud Pública.
“En octubre iniciaremos una nueva campaña de vacunación para mayores de 60 años en la que incluiremos
la vacuna de Hipra para los profesionales sanitarios”, afirmó Miñones para sorpresa tanto de las propias comunidades autónomas como de los sindicatos especializados en el sector que desconocían este paso.
Miñones anticipó este cambio a pesar de que no se ceñía a las recomendaciones de las autoridades internacionales. Apenas mes y medio antes,
el Grupo Asesor Técnico de la OMS publicó una declaración en la que aconsejaba a los países a recurrir a vacunas de tipo monovalente para mejorar la capacidad de respuesta frente a los
linajes XBB del Covid-19, que ya se habían extendido de forma generalizada. Es una condición que no cumple la vacuna de
Hipra porque es de carácter bivalente.
“La inclusión del virus índice en vacunas bivalentes o multivalentes reduce la concentración de los nuevos antígenos diana en comparación con las vacunas monovalentes, lo que puede disminuir la magnitud de la respuesta inmune humoral; y la impronta inmune debida a la exposición repetida al virus índice puede reducir las respuestas inmunes a nuevos antígenos diana”, avisaron ya en mayo los especialistas de la institución internacional.
Las comunidades autónomas desoyen a Miñones
El resultado de este conflicto es que un grupo de comunidades autónomas se ha decantado ya por otra de las alternativas disponibles en el mercado. Al menos, las populares
Madrid, Andalucía, Baleares y Aragón, pero también las socialistas Navarra y Castilla-La Mancha han apostado por otra vacuna, según ha podido saber este periódico. Así, entre el grupo de confirmadas figuran el grueso de regiones gobernadas por el PP, pero también
dos de las tres en las que sigue gobernando el PSOE tras las pasadas elecciones.
En lugar de Hipra, estas comunidades se han decantado ahora por utilizar la vacuna
Comirnaty Omicron XBB.1.5, desarrollada por Pfizer, ya que es la que cumple con todos los requisitos establecidos por la OMS, como ser monovalente, y es la más efectiva para hacer frente a
las nuevas variantes que circulan por España. El último informe de actualización de la situación epidemiológica del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) estimó que este linaje ya estaba presente en el
47 por ciento de las pruebas secuenciadas en España.
Fuentes sanitarias de la Comunidad de Madrid han argumentado que van a confiar en la vacuna
“recomendada por los organismos internacionales” y han advertido que la decisión original de Miñones “no estaba basada en ningún acuerdo de la
Ponencia ni de la Comisión de Salud Pública”.
En la misma línea se han situado otras regiones como
Baleares, que también ha defendido la importancia de apostar por un preparado monovalente que cumpla con las recomendaciones. “
Son vacunas que aseguran protección frente a las cepas circulantes en la actualidad y que se pueden administrar independientemente del estado vacunal previo”, han justificado desde la Consejería de Sanidad.
La decisión de la Ponencia de Vacunas
Esta diferencia de criterios ya llevó a que en el
informe definitivo de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones no se haya dado prioridad a la vacuna de Hipra, mientras que se haya recogido la declaración de los reguladores internacionales para apostar por vacunas monovalentes con variante
Ómicron XBB.1 u otras formulaciones que logren una respuesta inmune neutralizante frente a esta cepa.
Fuentes del
Ministerio de Sanidad han reconocido ahora a
Redacción Médica que el criterio de este documento es el que imperará en la distribución de las dosis para la campaña de otoño del Covid-19. “Se recuerda como dicen tanto la OMS como la EMA que
todas las vacunas son eficaces contra la enfermedad grave, como lo ha demostrado la evidencia científica y se siguen las recomendaciones de la OMS y EMA de priorizar las
vacunas adaptadas”, han apostillado desde la cartera que dirige Miñones.
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