El ministro de Sanidad,
José Manuel Miñones, se ha comprometido a activar las medidas necesarias para garantizar que las
enfermeras puedan acceder a puestos de gestión y de dirección en los centros sanitarios. Sin embargo, esta nueva iniciativa no vendrá acompañada, al menos en primera instancia, de la reclasificación de la profesión y
su salida del grupo A2, ya que una medida de este calado exigiría una negociación mayor con toda
el área de Función Pública, según ha podido saber
Redacción Médica.
Esta nueva línea de actuación es una respuesta a las
reivindicaciones que el Consejo General de Enfermería (CGE) ya trasladó al dirigente socialista en una reunión de trabajo celebrada a finales del mes de junio, en la que se abordaron los principales problemas que atraviesa la profesión.
La supresión de la figura del A2 era una de las iniciativas que pusieron sobre la mesa, con el objetivo de facilitar el fin de la
“discriminación y del techo de cristal” que afectan al colectivo.
El propio Miñones ha explicado a este periódico que se va a abordar el asunto en
un grupo de trabajo del Ministerio de Sanidad para facilitar el acceso a los puestos de gerencia, pero que es “complicado” que este nuevo derecho se logre a través de
la reclasificación profesional, ya que afectaría a otros colectivos del conjunto de los trabajadores públicos. “Tiene más miga”, ha reconocido.
Lo que el titular de Sanidad sí que está dispuesto es a trasladar la necesidad de facilitar el ascenso enfermero a puestos directivos a la próxima reunión del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS). Miñones presentará el caso ante los consejeros de las comunidades autónomas para
fijar una posición conjunta, ya que actualmente sí que hay algunos territorios en los que se ha garantizado este derecho.
La apuesta de Miñones pasa porque los gobiernos autonómicos faciliten el acceso de las enfermeras a los puestos de dirección, así como el
complemento remunerativo correspondiente, sin que sea necesario cambiar a las enfermeras de grupo profesional en la clasificación de Función Pública. Algo que, a su juicio, ya avalan algunas de
las sentencias judiciales acordadas recientemente.
La regulación de enfermera directora, sin fecha
Lo que el dirigente socialista no ha fijado es un calendario concreto para la aplicación de esta estrategia, que quedará emplazada a después de
las elecciones generales del 23 de julio. Será entonces cuando el grupo de trabajo y el área de Función Pública puedan continuar con este objetivo.
“No tenemos una fecha concreta”, ha reconocido.
Esta nueva postura del Gobierno llega en un momento marcado por la sucesión de sentencias judiciales que han marcado el futuro de las enfermeras en los puestos de gestión.
El Tribunal Supremo ya determinó en una sentencia que la profesión no podía dirigir los centros de salud en Navarra, ya que solo los médicos estaban habilitados para ejercer este cargo. La postura de los jueces provocó un fuerte rechazo en la Enfermería que ya ha exigido la actualización de la
Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) para evitarlo.
La condición de enfermera directora tampoco viene recogida en el
Convenio de Servicios de Atención a las Personas Dependientes, donde esta figura está reservada solo a profesiones como los
médicos o psicólogos, ya que figuran en el grupo A1. Sin embargo, esta medida no se ha llevado a la práctica ya que las
ordenes de las comunidades autónomas reconocen que los requisitos para dirigir una residencia son únicamente el grado universitario y la formación complementaria en el sector.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.