Las comunidades autónomas han dado finalmente luz verde al
protocolo común frente a la gripe, el covid y demás infecciones respiratorias, que establece diferentes niveles de medidas en función de la gravedad de la situación epidemiológica. “Dijimos que era necesario y posible. Y lo hemos logrado”, ha celebrado la ministra de Sanidad,
Mónica García, tras confirmarse la aprobación de la estrategia en la
Comisión de Salud Pública celebrada este miércoles.
La balanza se ha inclinado finalmente a favor de este protocolo de este
‘documento marco de recomendaciones’ para el control de la gripe pese a la
postura crítica de las comunidades autónomas, en su mayoría regentadas por el Partido Popular, que había advertido de que su apoyo al protocolo pendía de la “calidad del texto” que propusiera Sanidad. Aunque el pasado viernes, tras una sesión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la propia ministra se mostraba
confiada en que lograría amarrar el apoyo de las consejerías. Sobre todo, porque al texto final se han añadido muchas de sus
alegaciones, además de ciertas dosis de “flexibilidad” en la aplicación de medidas. Esto significa, explicó la mandataria progresista, que la estrategia “se adapta a los escenarios reales de todas y cada una de las comunidades”.
Claves del protocolo contra la gripe
Tal y como informó este periódico, el protocolo establece
cuatro escenarios de riesgo determinados a partir de los niveles de transmisibilidad detectados, junto con la evaluación del resto de indicadores y el análisis del impacto en los recursos asistenciales y en la población susceptible.
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Situación interepidémica o basal: medidas preventivas generales, como la promoción de la vacunación, la vigilancia epidemiológica y la formación del personal. Se recomienda el uso de mascarilla quirúrgica por personas con síntomas respiratorios, especialmente si van a tener contacto con personas vulnerables, así como su uso continuado por parte de trabajadores sintomáticos en centros sociosanitarios.
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Epidemia de nivel bajo o medio: se refuerzan las actividades de coordinación interinstitucional y la comunicación activa con la ciudadanía. Se intensifica la recomendación del uso de mascarilla quirúrgica por parte de personas con síntomas y en entornos vulnerables. En hospitales, se recomienda su uso en áreas sensibles (como unidades oncológicas o de trasplantes) tanto por profesionales como por pacientes y acompañantes. En centros residenciales, se mantiene el uso continuado por trabajadores con síntomas, y se pueden adoptar medidas adicionales si se detecta transmisión.
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Epidemia de nivel alto: se adaptarán los planes de continuidad asistencial para garantizar la capacidad de respuesta. Se recomienda el uso generalizado de mascarilla en espacios comunes de centros sanitarios, como salas de espera o urgencias. En centros residenciales se revisa la política de visitas, y se aconseja a personas vulnerables utilizar mascarilla en espacios cerrados sin ventilación adecuada.
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Epidemia de nivel muy alto: se activa la coordinación extraordinaria entre territorios, mediante reuniones del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Las autoridades sanitarias podrán establecer medidas excepcionales para el control de la transmisión en determinados contextos o colectivos especialmente expuestos
El plan establece que las autoridades sanitarias autonómicas “podrán establecer medidas excepcionales para el control de la transmisión en determinados contextos o colectivos especialmente expuestos”.
Las comunidades defienden sus planes de acción
La
Comunidad de Madrid ha destacado la incorporación en el plan de Sanidad de la propuesta de
'Recomendaciones de Actuaciones' que llevaron al encuentro. De hecho, solo un día antes, la región anunció la presentación de un
planteamiento para subsanar "las deficiencias" del texto del Ministerio.
Según ha señalado la directora general de Salud Pública de la comunidad,
Elena Andradas, estas recomendaciones incluyen "para cada nivel de riesgo, medidas relacionadas con la vacunación, las relativas a la vigilancia epidemiológica, de prevención de la transmisión y de coordinación con el ámbito asistencial". "Todas ellas
escalables en función del riesgo y que ya están siendo implementadas en las comunidades autónomas", ha insistido.
Además, ha resaltado que el documento
"especifica con claridad" que el ámbito de aplicación es la comunidad autónoma, por lo tanto, los escenarios de riesgo estimados
son determinados por estas, a partir "de las series históricas de infecciones respiratorias agudas generadas en el marco de vigilancia epidemiológica".
Desde Extremadura, han respaldado el
protocolo común luego que el ministerio "haya escuchado las peticiones trasladadas" en el Interterritorial por la consejera de Salud y Servicios Sociales, Sara García Espada, y tras defender que "las medidas
debían basarse en la recomendación y no en la imposición", adaptándolas "a cada momento y a cada territorio".
Por su parte, el conselleiro de Sanidade de Galicia,
Antonio Gómez Caamaño, aseguró momentos previos a la Comisión de Salud Pública que su departamento tiene “la máxima voluntad de colaboración con el Ministerio de Sanidad, y más cuando se trata de medidas que favorecen al bienestar y la salud de las personas que viven en España". Como en otras ocasiones, ha reiterado que la región “ya tiene
su Plan de Invierno desde mediados de noviembre” y que espera que “encaje con la propuesta de Sanidad”.
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