Los médicos de Ceuta y de Melilla irán a la
huelga el próximo 9 de marzo. El sindicato CESM ha llamado a todos los facultativos que dependen del
Ministerio de Sanidad en las dos ciudades autónomas a secundar el parón para protestar contra las
penalizaciones económicas que todavía siguen vigentes por compatibilizar el trabajo en la administración pública y en la privada. Una imposición que quieren erradicar para evitar un agravio comparativo con el resto de comunidades en las que no se aplica esta cláusula.
Según los cálculos ofrecidos por la organización sindical, esta medida se traduce en un
recorte de cerca de 700 euros mensuales en la nómina de los médicos que deciden pasar consulta también fuera de la sanidad pública. “Es un
desincentivo más en una zona de difícil cobertura y desempeño”, ha explicado a
Redacción Médica el presidente del Sindicato Médico de Ceuta,
José Enrique Roviralta.
El líder sindical ha advertido que el mantenimiento de esta cláusula representa un problema añadido a la hora de
captar profesionales dispuestos a ejercer en las dos ciudades procedentes de lugares como Andalucía donde no se aplican estas penalizaciones. Algo que se suma a los problemas que ya de por sí arrastran estos territorios por su difícil
comunicación y transporte con la península.
El líder sindical ha apuntado que
la colaboración público-privada de la sanidad en los dos territorios representa además una garantía para garantizar los servicios sanitarios a la ciudadanía, ya que hay cerca de
60.000 funcionarios que ejercen en Ceuta y Melilla que están adscritos a alguna de
las mutualidades que conciertan con la administración (Muface, Mugeju, Isfas). “Si fueran a la sanidad pública, estaría colapsada”, ha apostillado.
La negociación de la huelga médica estatal
La convocatoria de la huelga se produce ante la falta de respuesta del
Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) a la propuesta para eliminar esta penalización que CESM presentó ya hace
10 meses, pero de la que no han obtenido una respuesta oficial. La organización de los trabajadores ha mostrado su malestar por este silencio, a pesar de que el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad sí que avanza en los planes para reconocer la singularidad de ambos territorios.
Los convocantes han llamado al parón a todo el colectivo médico de las dos ciudades autónomas ya que la compatibilidad entre sanidad pública y privada es un fenómeno que afecta
desde la Atención Primaria hasta la especializada. Aunque creen que la protesta puede terminar aglutinando otras reivindicaciones de la profesión propias de cada departamento que ya han sondeado la
huelga médica en el ámbito del Ministerio de Sanidad.
Además de sus reclamaciones particulares de los facultativos, desde CESM han advertido que estos
“desincentivos” también provocan un problema en la atención de los pacientes por la dificultad para captar facultativos fuera de la Península. Por eso, han hecho un llamamiento al Ministerio de Sanidad para que
se siente a “negociar” una solución de consenso. “
Ojalá se pueda resolver para bien de todo”, ha apostillado Roviralta.
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