Los positivos detectados a través de
test de antígenos en farmacias podrían pasar a formar parte de los sistemas de vigilancia. La
Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta estudia la opción de considerar estos casos como confirmados, siempre y cuando se hayan realizado con supervisión de un profesional.
El organismo de Salud Pública recomienda seguir esta estrategia en aquellas
comunidades que estén preparadas a nivel técnico, tal y como deja ver en su acuerdo sobre la necesidad de implementación urgente de medidas para el control de la situación epidemiológica, al que ha tenido acceso Redacción Médica.
Este documento amplia y actualiza las directrices marcadas por el
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) para la celebración de las fiestas navideñas 2021-2022. La Ponencia corrobora la necesidad de añadir otras
"medidas no farmacológicas" a la vacunación para conseguir controlar la transmisión en un momento en el que el riesgo de expansión y su impacto es "muy alto" y aumenta la movilidad y los contactos.
Así, continúa aconsejando la realización de un
test de autodiagnóstico antes de reuniones familiares o sociales para detectar "algunos
casos positivos y reducir riesgos" así como limitar contactos en los días previos a estos encuentros. A ello se suma la reducción de aforos en ciertos niveles de riesgo en base al nuevo semáforo covid.
En sintonía con el
documento elaborado por el organismo de Fernando Simón, sugiere acotar el número de asistentes en
eventos multitudinarios a partir del nivel 3 y suspenderlos en nivel 4, además de evitar aglomeraciones, programar un acceso escalonado, utilizar de forma adecuada las mascarillas y habilitar áreas específicas para la venta y consumo de bebidas y alimentos.
Suspensión de cenas de empresa en niveles 3 y 4
En aquellos eventos en los que no se pueda establecer un control de acceso, el organismo de salud aconseja reforzar las medidas para evitar aglomeraciones. Es el caso de los locales de ocio nocturno, donde se pide limitar a 6 los comensales por mesa y suspender el consumo en barra. La Ponencia es incluso más estricta que el Ccaes al solicitar el cierre de estos espacios en aquellas comunidades que alcancen niveles 3 y 4.
En los establecimientos de restauración y hostelería, las restricciones hablan de 10 personas por mesa en interior para los niveles 1 y 2, un máximo de 6 en riesgo 3 y el cierre completo en nivel 4. De forma general, se recomienda limitar el horario a las 23:00 horas, suspender el servicio en barra y garantizar una adecuada ventilación natural o mecánica, pudiendo evaluar su eficacia mediante el uso de medidores de CO2.
En cuanto a las reuniones familiares, el organismo es partidario de limitar el número de participantes a dos grupos de convivencia estable. Si se trata de encuentros sociales como cenas de empresa, estarían permitidas siempre y cuando el número de asistentes fuera reducido y se estuviera fuera del nivel 3 o 4. En esos casos de riesgo, la Ponencia es partidaria de que se cancelen.
Por último, en el ámbito laboral apuesta por
fomentar el teletrabajo en los territorios que registren los dos niveles de alerta más elevados, evitando reunirse en lugares cerrados a la hora de la comida.
En cualquier caso, el organismo pide que se mantengan en todos estos contextos las medidas de prevención como la mascarilla, la higiene de manos, la distancia física, una adecuada ventilación, la minimización del número de contactos o la autocuarentena en caso de síntomas, diagnóstico o contacto.
Ómicron, variante dominante "en las próximas semanas"
La Ponencia de Alertas basa sus recomendaciones en el "aumento gradual de los ingresos en unidades de hospitalización y en UCI" que se está observando a raíz del incremento de casos Covid-19, así como a la "rápida expansión de la nueva variante Ómicron cuyo impacto está aún por determinar". De hecho, espera que la mutación sudafricana sea "la variante predominante en todo el territorio en las próximas semanas".
Esta situación, aclara, tensa las capacidades de Salud Pública, con la consiguiente dificultad para realizar de forma adecuada las actividades de detección precoz y seguimiento de los casos, la identificación y seguimiento de los contactos y el análisis oportuno de la situación.
El aumento exponencial de casos ha dificultado que los servicios de Atención Primaria y de Salud Laboral puedan realizar sus funciones de trazabilidad de los contactos o la implementación de la estrategia de vacunación "de forma adecuada", con el "consiguiente impacto que esto produce en la salud de la población al no atenderse adecuadamente patologías que necesitan un control y seguimiento".
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