El parto domiciliario es "un
derecho fundamental" que no puede ser regulado por las comunidades autónomas. Así lo aseguran fuentes de la Consejería de Salud de Asturias, que indican que la regulación o prohibición de está práctica es
competencia del Ministerio de Sanidad.
"En Asturias, cuando hay riesgo para la madre o el bebé se recomienda a las familias que el
alumbramiento se realice en el hospital", detallan a
Redacción Médica. El parto domiciliario ha vuelto a ser noticia tras la muerte de una recién nacida en un parto domiciliario en Baleares.
Esta práctica es un
derecho reconocido por la justicia europea. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se ha posicionado por respetar el derecho de la madre a elegir el lugar donde va a dar a luz, siempre y cuando se cumplan un conjunto de requisitos o condicionantes.
El TEDH establece que para poder realizar un parto domiciliario, el embarazo debe ser
considerado de bajo riesgo tanto para la gestante como para el bebé, el parto ha de ser necesariamente asistido por una matrona cualificada que sea capaz de detectar cualquier complicación y también será necesario asegurar la posibilidad de atención médica u hospitalaria si fuera necesaria, en un periodo de tiempo no superior a 30 minutos.
En caso que no se cumpliera algunas de las condiciones apuntadas por el TEDH, los Estados miembros estarían
legitimados legalmente a intervenir y acordar que el parto se realice en un centro hospitalario porque, según indica, el motivo es que estarían en juego derechos fundamentales que los poderes públicos están obligados a proteger.
De hecho, ya se han registrado juicios en este sentido en España y uno de los últimos, concretamente, en Asturias. Allí, en junio de 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias avaló el ingreso forzoso de una embarazada que pretendía dar a luz en caso. La Justicia argumentó que la libertad de la madre terminaba si había riesgo para el bebé. En caso de consumarse ese daño, los progenitores pueden cometer un delito.
Parto domiciliario en Baleares
El parto domiciliario vuelve a escena tras la muerte de una recién nacida en un
parto domiciliario asistido por un médico negacionista. Ahora mismo
la Guardia Civil está investigando si hubo homicidio imprudente en la muerte del bebé. La niña nació en una finca en el municipio ibicenco de Santa Eulària y al poco tiempo sufrió una parada cardiorrespiratoria, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital de Can Misses, en Eivissa.
Allí permaneció unos días sin que mejorara su salud y ello obligó a activar el dispositivo de traslado urgente de helicóptero medicalizado a la
UCI del hospital de Son Espases, en Mallorca, donde falleció. El facultativo que atendió el parto domiciliario fue
suspendido de sus funciones por el Servei de Salut de Baleares por unas polémicas declaraciones sobre el covid en 2020 y el Col·legi de Metges de les Illes Balears (Comib) le suspendió.
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